¿Qué nombre de receta más largo, eh? No lo he buscado tan largo, ha salido solo. Y es que todos los que cocinamos tenemos una cierta desazón y una cierta necesidad de inventar platos nuevos, a veces con más o menos éxito.
Este plato que os presento es de aquellos platos especiales que recuerdas durante mucho tiempo. Una fusión de la cocina catalana (por los guisantes negros y ajo tierno) con la cocina marroquí (por el adobo con Ras el Hanout). Esta especia la podéis encontrar en cualquier gran superficie que tenga sección de productos internacionales. Si tenéis los guisantes cocidos y el pollo adobado, solo os harán falta quince minutos para cocinarlo y quedar como un rey.
4 filetes de pechuga de pollo
1 limón
especie Ras el Hanout
pimienta negra
400 g de guisantes negros cocidos
1 manojo de ajos tiernos
aceite de oliva
sal
Variantes:
También podéis presentar el plato con guisantes normales
Se puede sustituir el pollo por filetes de cordero
El día antes de hacer el plato tendremos que adobar el pollo.
Podéis utilizar dados de pollo o filetes, como es mi caso.
Colocaremos la pechuga de pollo limpia dentro de un plato hondo y lo rociaremos con el zumo de un limón.
A continuación pondremos el Ras el Hanout, una mezcla de especias muy interesante.
Su color puede variar según el fabricante.
Pondremos de tres a cuatro cucharadas grandes sobre el pollo.
Un poco de sal...
... y lo removeremos todo junto. Tenemos que procurar que el pollo quede bien impregnado de la mezcla.
Por delante y por detrás.
Este pollo lo dejaremos en este adobo en la nevera durante 24 horas.
Si queréis podéis aprovechar el mismo día que adobáis la carne para cocer los guisantes negros.
... y los picaremos bien pequeños.
... hasta que empiecen a coger color.
Seguidamente, añadiremos los guisantes cocidos.
Una pizca de sal...
... y lo dejaremos saltear todo unos minutos. Lo reservamos.
Ahora, en una plancha bien caliente haremos el pollo.
Aprovechad para añadir un poco de pimienta negra si queréis.
Cuando el pollo tenga un bonito color dorado ya podremos apagar el fuego.
Como siempre, procurad mantener los productos calientes sin que afecte en exceso a la cocción.
Emplatamos los guisantes con un trozo de pollo y una pizca de Ras el Hanout en el plato.
¡Buen provecho!