Hoy os presento un guiso de aquellos tradicionales, de los que gusta a toda la familia, con una salsa con carácter, para mojar pan. Como siempre, la elección de un buen pollo será clave en el resultado y, como siempre también, este es de aquellos platos que está mejor uno o dos días después de haberlo cocinado. Un tiempo de reposo le sienta muy bien. Podéis acompañar el plato con patatas fritas o, le va muy bien, unas rebanadas de berenjena rebozada.
Si os gusta más, podéis triturar la picada y hacer que la salsa sea más fina. ¡Buena cocina!
1 pollo cortado a trozos para asar
2 rebanadas de pan tostado
un puñado de almendras tostadas
2 yemas de huevo cocidas
2 cebollas picadas
1 copa de vino blanco
caldo de pollo o verdura
1 tableta de chocolate negro
azafrán
ajo
aceite de oliva
pimienta negra
sal
Preparad los ingredientes.
Antes de nada preparáis el caldo de pollo y calentadlo. Yo, cuando hago, congelo y lo voy sacando según la necesidad. De lo contrario, si no tenéis podéis hacer este plato con agua directamente.
El pollo lo he pedido que me lo corten para asar, en trozos más bien pequeños.
Empezáis por preparar los dos huevos cocidos. Sólo utilizaremos las yemas.
En una cazuela con abundante aceite, poned cuatro granos de ajos por aromatizar.
Mientras tanto, salad y pimentad el pollo.
Cuando los ajos empiecen a coger color...
marcad el pollo. Que quede bien dorado.
Aprovechad este tiempo para ir preparando la picada. Pelad las almendras tostadas.
Y ponedlas en un mortero. Yo aprovecho para romperlas con los dedos, así no saltan tanto.
Con la mano de mortero, picas la almendra y la reserváis.
Picad también las cebollas.
Cuando el pollo esté bien dorado, reservadlo en un plato.
Muy bien.
Seguidamente, en el mismo aceite, freíd el pan cortado a dados.
Hasta que esté dorado.
Lo ponemos en un mortero y lo aplastamos.
Retirad el exceso de aceite y dejad solo un poco para sofreír la cebolla, que ya la podéis tirar.
Este fondo también aportará sabor al plato. Dejad que se haga la cebolla a fuego medio.
Volved a la picada. Los huevos duros ya los podréis pelar y tirar las yemas dentro del mortero.
La clara cocida la podéis aprovechar para servir unos huevos rellenos de atún como entrante.
Cuando la cebolla esté cocida, incorporad el pollo y removedlo todo junto.
Perfecto.
Tapadlo y dejadlo unos 10-15 minutos hasta que se evapore el alcohol.
A continuación, añadid el caldo caliente hasta cubrir toda la carne.
Un poco de sal.
Un poco de sal.
Cuando falten 10 minutos para acabar la cocción, tirad el azafrán.
Y el chocolate.
Y la picada también.
Removedlo bien.
Dejadlo acabar de hacer y rectificad de sal si hace falta.
En este punto removed de vez en cuando, ya que la salsa espesará mucho y se os puede enganchar de abajo, incluso quemarse. Por lo tanto, cuidado con la salsa.
Una vez cocido, apagad el fuego y dejad reposar el guiso. Calentadlo a fuego lento antes de servir.
Y aquí tenéis el resultado.
¿No os da ganas de mojar pan?
Este tipo de fotos no se pueden mirar cuando tienes hambre... ¿Verdad que no?
¡Buen provecho!