De nuevo, una receta de las más sencillas de elaborar... pero que nos reportará un placer importante. El pulpo es un animal muy presente en nuestras costas, con el que se hace todo tipo de platos.
Respecto a la medida del pulpo, como siempre, podéis utilizar la que más os guste y eso también condicionará si hay que hervirlos previamente o no. Cuanto más pequeños menos necesidad de hervirlos tendréis. Y como una medida media de pulpo como la que os presento no es muy habitual de encontrar por mi zona, siempre que encuentro compro y los congelo... para cocinarlos cuando me vaya mejor. Ya sabéis que los pulpos de una medida un poco grande... siempre es interesante congelarlos para ablandar la carne. Espero que os guste.
3 o 4 pulpos de medida mediana por persona
1 diente de ajo
perejil fresco
aceite de oliva
sal
laurel
Variantes:
Podéis echar un chorro de vino blanco durante la cocción de los pulpos
Lavamos bien los pulpos. Pedid al pescadero que os los limpien, y saquen las tripas y el pincho de la boca. Como os he comentado, yo los tenía congelados y los he descongelado a temperatura ambiente.
Preparamos una olla con abundante agua y la ponemos a hervir.
Poned unas hojas de laurel...
... y un buen puñado de sal...
Cuando hierva, podéis tirar los pulpos. Aquí no hace falta hacer aquello de sumergirlos tres veces... ya que son demasiado pequeños para darles este trato.
Enseguida se endurecen...
Ahora tapadlos y dejadlos cocer de 20 a 25 minutos.
Pasado este tiempo... comprobad que tal están...
... de blandos quiero decir. Si los encontráis duros... podéis darles un rato más.
Reservadlos.
Ahora preparamos una picada de un diente de ajo... un poco de perejil, sal y aceite de oliva, y lo pasamos por el turmix.
Poned una sartén a calentar... con un pequeño chorro de aceite. Seguidamente, pondremos los pulpos.
Saladlos un poco.
Dejadlos hacer por ambos lados... hasta que cojan un bonito color tostadito.
A mí me gusta buscar el punto en el que las patas empiezan a estar crujientes.
En este momento... pondremos la picada.
Tirad por encima de dos o tres cucharadas de picada.
Al estar la sartén caliente... hará una cierta reacción... id con cuidado. Le dais dos vueltas... no mucho más... que no se queme el ajo.
Emplatamos.
'Eps!... si,si... un poco más de picada en crudo... que es la gracia del plato.
Un par de cucharaditas grandes por encima y por el plato.
Y ya podemos servir.
Bien calentitos, sobre todo.
¡Buen Provecho!