Recetas de pulpo hay muchas. Una de las que más me gustan es esta. ¡Ah!... y no... no son pulpos a la plancha con ajo y perejil como puede parecer a primera vista (que también están muy buenos). Esto son unos pulpos cocidos en una reducción de vino blanco... que quedan con esta suculenta caramelización de vino... que entra por los ojos. Los pulpos de esta medida... tan pequeños, son oro puro . No hace falta hervirlos, ni congelarlos ni darle golpes con la mano de mortero... porqué nunca os quedarán duros. Son muy fáciles de hacer, así que si queréis disfrutar de una buena tapa, entrante o "platillo"... contad con estos tradicionales pulpos con ajo y perejil.
500gr. pulpos pequeños
1 vaso de vino blanco
sal
Para la picada
4 dientes de ajo
perejil
aceite de oliva
Como podéis ver, estos pulpos de medida media (que también he comprado para hacerlos de otro manera) si que requieran de una cierta cocción previa para ablandarlos un poco. Cuanto más grande sea un pulpo... más dura es su carne.
Pero para este plato utilizaré pulpos mini... de los más pequeños.
No siempre encuentro en la pescadería... y se tiene que aprovechar. Eso sí... van muy caros por aquí (en 53eu/kg). La receta es para medio kilo de pulpos, pero yo solo he comprado unos 300gr.
Como podéis apreciar... son muy menudos... y ya los he pedido limpios.
De entrada, pondremos una sartén a calentar mientras lavamos y salamos los pulpos.
Salteamos los pulpos directamente.
Veréis como enseguida cambian de color y se vuelven rosas... tirando a rojizo.
Este primero 5 minutos servirán para que los pulpos saquen toda el agua que llevan.
Mientras, podemos ir abriendo un vinito blanco... un albariño Rias Baixas...
... llenaremos un vaso... y lo tendremos a punto...
Ahora ya no hay. El ruido de la cocción ha cambiado... y empiezan a petar un poco y todo.
Este es el punto que buscamos para continuar con el plato.
Previamente hemos preparado una picadita de ajo y perejil... con aceite de oliva virgen extra.
Tiramos casi toda la picada para siempre... reservando un poquito para montar el plato.
¡Qué olores!
... ya podemos añadir el vino...
... si está a temperatura ambiente mejor que frío...
Lo removemos un poco... lo salamos...
... y bajamos el fuego... lo dejamos a fuego medianito...
Sólo hace falta taparlo y dejar reducir el vino... unos 15 minutos aprox.
Pasado este tiempo... notaréis que la textura ha cambiado... los aromas son espectaculares... y prácticamente ya no queda jugo...
Ya lo podemos emplatar.
Aquí los tenéis.
Regadlo todo con la pizca de picada sobrante...
Y mojad pan en esta salsita tan espectacularmente sabrosa... ¿eh?
... un trocito de pan... un pulpo... y un sorbo de vino..
¡Buen Provecho!