Hoy presentamos un plato contundente, de invierno, de los que reconforta comer en compañía, al lado de una buena chimenea mientras afuera la gente se pela de frío. Ya hemos visto como cocinar diferentes potajes y la versión de hoy procura ser de las más completas, ya que contiene tanto verdura como legumbres y carne. ¡Vaya, que te quedas a gusto con un plato de estos!
En general, admite variantes infinitas, y podríamos decir que encontraréis tantas recetas de potaje como familias. Pasa como con los arroces, por lo tanto, mi consejo es que adaptéis esta receta a vuestro gusto y disfrutéis de un plato tan tradicional ajustado a vuestro paladar. ¡Nada mejor! Podéis hacer este plato con garbanzos ya cocidos si tenéis mucha prisa, lo que reducirá el tiempo de cocción del plato. Pero yo os recomiendo utilizar garbanzos crudos (cómo se muestra en las imágenes). Sólo tendréis que recordar ponerlos en remojo la noche antes. ¡Venga!
600 g de garbanzos
1 hueso de jamón
1 trozo de tocino
1 trozo de chorizo
1 trozo de butifarra negra
1 trozo de ternera (300 gramos)
200 g de fideos
2 manojos de acelgas frescas
2 zanahorias cortadas en rodajas
1 cucharada de comino
agua
sal
Para hacer el sofrito:
1 cebolla picada
2 tomates rayados
2 dientes de ajo
aceite de oliva
sal
Variantes:
Podéis añadir otras verduras y carnes (nabo, espinacas, puerro, patata, pollo, costilla de cerdo, etc.)
Se puede presentar sin fideos, sólo con garbanzos y/o judías.
Se puede añadir un poco de arroz
La noche antes tendréis que haber puesto los garbanzos en remojo, sumergidos en agua con una cucharada de bicarbonato.
Preparad toda la verdura.
Preparad también toda la carne.
Empezáis preparando las acelgas. Cortad la parte baja de las acelgas.
Ahora lavadlas bien bajo el grifo. Mejor si las podéis sumergir. Como ocurre también con las espinacas, las hojas pueden contener tierra que hay que retirar.
Una vez limpias separad las hojas.
Limpiad el resto de verduras y...
cortad un poco las hojas de las acelgas. Reservadlo.
Mientras tanto, colad los garbanzos que habéis tenido en remojo.
Cubrid de agua la carne hasta la 3/4 partes de la cazuela aproximadamente.
Ahora, echad una cucharada de comino molido.
Dejad que arranque el hervor.
A mí me gusta poner uno hojita de puerro para aromatizar el plato (¡y la casa!).
Una chirivía.
Medio puerro bien limpio y las zanahorias en rodajas. Saladlo. Ahora dejadlo cocer durante unos 90-100 minutos tranquilamente a fuego medio. El garbanzo tiene que quedar bien cocido.
Ahora, en otro fuego, echad un chorro de aceite de oliva en una sartén y dorad un par de ajos cortados en láminas.
Seguidamente, poned la cebolla picada.
Dejadla unos minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que coja un bonito color dorado.
Añadid el tomate rayado, removedlo y dejadlo sofreír unos 10 minutos.
Pasad el sofrito a un recipiente para triturar.
Con una batidora dejadlo bien fino y lo reserváis.
Cuando el garbanzo esté cocido (pasados los 90-100 minutos mínimo), ya podéis incorporar a la olla el sofrito.
En este momento también podéis añadir el chorizo cortado a trozos. A mí me gusta que esté bien duro.
Añadid ahora un puñado de fideos, unos 30g por persona aproximadamente. Dejad que vuelva a cocer todo durante unos 30 minutos más.
Cuando falten 5 minutos para acabar la cocción, será el momento de añadir las acelgas a la olla.
Son muy voluminosas, pero en cuanto cojan calor disminuirán mucho. Rectificad de sal si hace falta.
Una vez parado el fuego, dejad reposar la olla 15-20 minutos antes de servir.
Con el fuego ya parado, podéis incorporar un trozo de butifarra negra. Vigilad, ya que según sea su textura se puede deshacer.
La podéis sumergir unos instantes y después reservarla cortada en rodajas para servirla dentro de los platos.
¿Pues parece que ya podemos comer, no?
¡Todo el mundo a la mesa!
¡Buen provecho!