¡Hola "Gourmeters"!
Hoy os traigo una tapa de las que cuestan encontrar. Un platillo que os dará hambre.
Mi consejo: si pasáis por la pescaderia y encontráis pulpitos de playa pequeños, compradlos y congeladlos. Por dos motivos principalmente: el primero por qué no siempre encontraréis, y el segundo por qué la congelación rompe las fibras del pulpo y, a pesar de ser pulpos pequeños, esto os garantizará una buena cocción. Y precisamente, esta medida pequeña de pulpos es la que permitirá freírlos sin tenerlos que cocer con agua previamente. ¡Enseguida os explico cómo disfrutar de este manjar de Dios!
Como veréis, yo os propongo dos salsas de acompañamiento: una salsa especial picantona y también un poco de salsa romesco.
¡Somos!
1 kg de pulpitos de playa pequeños
harina para freír (preparado o harina de garbanzo)
1 cucharada de curri
1 cucharada de pimienta negra
1 cucharada de Ras El Hanout (lo encontraréis en grandes superficies)
sal
Para hacer la salsa especial:
- 3 cucharadas de mayonesa
- 2 cucharadas de ketchup
- 1 cucharada de salsa Worcestershire ("Lea&Perrins")
- 1/2 cucharada de salsa "Tabasco"
- unas gotas de limón
- pimienta negra
- pimentón picante
Variantes:
- Podéis hacerlo con calamar
- Se puede acompañar con diferentes tipos de salsas (al gusto)
Como os comentaba, si los tenéis congelados, los tendréis que sacar del congelador la noche antes. Lavadlos bien. Normalmente, en la pescadería ya os los venden limpios (sin visceras, cabeza limpia y boca retirada).
Lavadlos bien.
Una vez bien escurridos, y antes de enharinarlos, yo os recomiendo secarlos lo máximo posible, pues el agua con el aceite los hará estallar y hay peligro de quemaduras.
En un plato, poned la harina para freír junto con las especias y un poco de sal.
Mezcladlo bien con las manos.
Y enharinad muy bien los pulpitos, con cariño, también por la parte interior de los tentáculos.
Retirad el exceso de harina y los vais reservando mientras se calienta el aceite para freír.
Yo he utilizado freidora a unos 165-170 grados durante unos 8-9 minutos aproximadamente, pero los vais revisando hasta que queden crujientes.
Una vez escurrido el exceso de aceite, servidlos en una bandeja o plato con un poco de sal en escamas por encima.
Un poco de limón, y las salsas que consideréis.
¿Los probamos?
¡Buah, sin palabras!
¡Buen provecho!