Dejadme, por una vez, presumir de un plato. De un plato sencillo, pero muy bueno. Y es que la elaboración de hoy es totalmente recomendable. Probablemente no soy el primero en combinar el pulpo con la salsa romesco, pero quiero recalcar esta combinación tan bien encontrada. Para garantizar un excelente resultado, os recomiendo la lectura previa del consejo: La cocción del pulpo, que nos permitirá presentar el pulpo en su punto óptimo de cocción. Podéis hacer este plato con tentáculos de pulpo ya cocidos, en venta en pescaderías, pero cocer el pulpo en casa siempre nos permitirá dejarlo a nuestro gusto. También os recomiendo pasar por la receta de la salsa romesco que, de nuevo, también podéis optar para comprarla ya hecha o no. ¡Si os gusta el pulpo, esta receta os apasionará!
1 tentáculo de pulpo grande por persona
salsa romesco
un manojo de almejas
agua
aceite de oliva
sal en escamas
Variantes:
- Podéis acompañar el plato de cualquier otro molusco (coquina, berberecho, mejillón, etc...)
- El plato se puede acompañar de alioli
Primero de todo, necesitaremos cocer el pulpo.
Aseguraos que quede blando sin estropear en exceso la piel.
Dejadlo enfriar un rato y...
Los reservamos.
Una vez lo tenemos todo preparado, este plato se prepara en 10 minutos de reloj.
Dejatamos la salsa romesco con un poco de agua y...
así nos cogerá una textura más adecuada para regar el plato. Lo calentaremos un poco antes de utilizarla.
En una sartén o plancha bien caliente, abriremos las almejas. Sólo os harán falta unas gotas de aceite y...
taparlas, para obligarlas a abrirse con el vapor.
En cuanto se abran...
tiraremos por encima de un poco de pimienta negra y las reservamos.
En una sartén o plancha bien caliente tostaremos los tentáculos de pulpo que hemos cocido.
Tienen que quedar bien tostados por todas partes.
Perfecto, ya podemos emplatar.
Presentad un tentáculo por persona junto con unas cuantas almejas.
Salad el pulpo con la sal en escamas.
Y finalmente, rociad todo el plato con la salsa.
Servid el resto de salsa en una salsera.
Y a disfrutar de una auténtica delicia.
Ummm...
¡Buen provecho!