¿Os han sobrado calçots después de una calçotada familiar? Hoy veremos como hacer un puré de calçots para aprovechar estos restos de un producto de temporada tan apreciado. Este puré se puede comer frío o caliente, solo o como guarnición o ingrediente de otros platos. Podéis hacer croquetas... rellenar unos pimientos verdes o del piquillo... servirlo como acompañante de cualquier plato de carne o de pescado... o para hacer todo tipo de pinchos, como por ejemplo un "Pintxo de puré de calçots con tomate confitado y crujiente de bacón".
De cara a hacer croquetas, le daremos una textura más o menos consistente según la cantidad de patata que incorporemos. Finalmente, claro está, lo ideal es cocer los calçots con leña, pero si no tenéis forma de hacerlos con leña, os explicaré como hacerlos en el horno de casa. El resultado es una crema con un intenso sabor a calçot.
15 calçots cocidos (hechos a la brasa o al horno)
2 patatas blancas hervidas
3 cucharadas de salsa romesco
nuez moscada
mantequilla
leche
sal
Normalmente con 15 calçots ya hacemos pero, como podéis apreciar, esta temporada son un poco delgaditos. Haré el doble.
Cortad la parte verde del calçot por un lado y las raíces por otro.
Lavadlos uno por uno bajo el grifo para eliminar toda la arena.
La raíz, fuera.
Ahora los preparamos para cocer.
Colocadlos en una bandeja o parrilla para el horno.
Si los ponéis bien ordenados... se cocerán mejor, más uniformemente.
Los ponemos a cocer a 200º durante 35-40 minutos. Si utilizáis una parrilla abierta como esta, os recomiendo poner un poco de papel de aluminio debajo, ya que os mancharán el horno. Y los tenéis que ir controlando.
Ya ha pasado el tiempo.
Parece que ya están lo bastante cocidos. Los tenéis que presionar un poco y comprobar que estén blandos por dentro.
Colocamos todos los calçots en una bandeja...
Sacáis la primera capa...
... que tiene que salir con facilidad...
... y los reserváis. En este punto los podríamos rebozar tranquilamente, que están bien buenos.
Hacemos lo mismo con todos los calçots.
Ahora los tenemos que triturar un poco.
Os quedará una pasta como con un hilos. No os preocupéis porque más adelante lo volveremos a triturar.
Ahora tenemos que preparar una bechamel tradicional... o lo que se llama un "roux".
Una vez deshecha la mantequilla... incorporamos la harina... y la dejamos tostar un poco.
Vamos añadiendo un poco de leche y lo ligamos con una cuchara mismo.
Que no os falte un poco de nuez moscada para aromatizar la bechamel.
Lo salamos.
Movemos los calçots a un bol más grande...
... y los mezclamos con la bechamel. Lo dejaremos enfriar.
Ahora hervimos un par de patatas blancas... las pelamos y las aplastamos.
Cuando tengan esta textura de puré...
... las incorporamos a la mezcla de calçots y bechamel...
... junto con un poco de salsa romesco...
Y, de nuevo, lo trituramos todo junto.
Ahora sí que tenemos que buscar una textura más fina.
Y ya tenemos nuestro puré de calçot preparado. Podéis congelar una parte si queréis, así estiraréis la temporada de calçots un poco más, jeje
También podéis hacer pinchos espectaculares con tomate y crujiente de bacon. ¡Buen provecho!