Estas tartaletas las hacíamos en la pastelería cuando teníamos un 'lunch'. Combinan muy bien con canapés, pasta salada y pasta dulce a la hora de hacer un catering. Tradicionalmente la quiche se ha hecho con nata líquida, y queda muy buena. Pero yo os propondré utilizar leche evaporada, que sería un mix entre la leche y la nata. Como resultado, obtendremos la textura deseada pero con menos calorías. La podéis servir fría, caliente o tibia, y es que la tartaleta Quiche Lorraine se come de cualquier manera y en cualquier momento. También se hacen de tamaño mayor, tipo pastel. Con estas cantidades os saldrán unas 18-22 tartaletas. También os recomiendo la visita de las recetas de Quiche de puré de fricandó con galeras, cigalas y crujiente de parmesano y Quiche de gamba, puerro y cebolla.
2 láminas de pasta brisa
200 g de nata líquida
2 huevos
sal
tacos de jamón dulce
tacos de queso
pimienta negra
Variantes:
Podéis utilizar leche evaporada en vez de nata líquida
Podéis utilizar el relleno que más os guste
Se pueden utilizar moldes individuales
Podéis utilizar pasta salada
Preparamos todos los ingredientes.
La pasta brisa la podéis hacer muy fácilmente en casa, pero la que venden en el supermercado funciona muy bien y, en este caso, nos va muy bien que esté la masa ya estirada.
Yo utilizo unos moldes del fabricante SILIKOMART que he comprado en Italia y que son fabulosos. Son más cómodos que los de metal de toda la vida. Te olvidas de utilizar mantequillas, harinas y sobre todo de limpiarlos.
Como os comentaba en la introducción, he optado por rebajar calorías haciendo uso de la leche evaporada.
Empezamos por recortar la pasta brisa con un cortante, un vaso o cualquier elemento de diámetro ligeramente superior al molde y...
forrar con cuidado todo el molde. Procurad que la pasta brisa se adapte bien al orificio.
Ya podemos pre-calentar el horno a 180ºC y, mientras tanto, iremos cortando el jamón dulce en dados.
Hacemos dados de la misma medida.
Lo salamos.
Batimos los huevos un poco y...
añadiremos la leche evaporada.
lo reservaremos.
Ahora sólo es cuestión de rellenar las tartaletas.
Procurad que el relleno no sobresalga demasiado.
Y finalmente, lo cubriremos con la preparación de huevos y leche que teníamos reservada. Lo podéis rematar con un poco de pimienta negra si queréis.
La silicona de estos moldes aguantan temperaturas superiores a 270º C.
Tendremos que cocer las quiche durante unos 20 minutos a unos 180 grados centígrados. Hay quien cuece previamente la pasta brisa y la cocción es más corta. Pero si lo hacéis así sólo os tenéis que asegurar un poco de comprobar que la base de la quiche quede bien cocida. Os recomiendo poner sólo la parte baja del horno durante unos 8-10 minutos y el resto de tiempo arriba y abajo. Al fin y al cabo, las tenéis que retirar cuando esté la pasta brisa bien cocida y tengan buen color. Pensad que el relleno ya está hecho y no necesita mucha cocción.
Pasado este tiempo ya las podremos retirar del horno.
Como podéis ver, están bien cocidas por debajo.
Se pueden servir frías, calientes o a temperatura ambiente. Son buenas igual, a pesar de que calientes siempre ganan un poco más.
Y recordad que podéis hacer de muchas variedades y servirlas en un gran surtido.
¡Ummmm!
También podéis hacer "Quiche de gamba con puerro y cebolla". ¡Buen provecho!