¡Espectacular y muy recomendable! Un plato marinero de los que recordarás con deseo. Una receta básica, con pocos ingredientes, pero con un resultado que te cautivará. No podrás más que salivar. ¡Vamos!
1 rape entero cortado a trozos
4 patatas en rodajas grandes
1 cabeza de ajos
1 cebolla partida
2 cucharadas grandes de pimentón dulce
un chorrito de vinagre
aceite de oliva virgen extra
perejil fresco
2 guindillas picantes (opcional)
sal
Variantes:
- Puedes añadir un poco de pimentón picante
- Se pueden añadir unas almejas
Preparad todos los ingredientes.
Limpiad y secad bien el rape.
Picad cinco dientes de ajo con perejil fresco.
En un mortero, chafad bien esta mezcla con un poco de sal y añadid medio vaso de aceite de oliva.
Adobad el pescado con esta mezcla y dejadlo reposar entre una y dos horas.
Pelad y cortad las patatas en rodajas gruesas. Pelad la cebolla y cortadla en dos trozos.
Con unas gotas de aceite, poned a dorar las patatas con la cebolla en una olla. Dejad que coja un poco de color.
Seguidamente, cubridlo todo con agua.
Un poco de sal.
Dejadlo hervir hasta que la patata esté prácticamente cocida (unos 20-25 minutos).
Entonces, retiráis la cebolla. No se acostumbra a poner en el plato ya que solo la queremos para aromatizar, pero la podéis dejar también.
Ahora, añadid el pescado en adobo.
Dejadlo hacer 5 minutos más.
Rectificáis de sal y ya podéis colarlo todo.
Ponedlo en una bandeja grande.
Ahora, en una sartén con medio vaso de aceite de oliva, dorad entre 6 y 8 dientes de ajo laminados. Si queréis, ponéis añadir un poco de guindilla picante.
Cuando el ajo tenga colorete, verted el pimentón y lo removéis. Y ya podéis apagar el fuego, es cuestión de segundos que se queme el pimentón.
Seguidamente, verted un buen chorro de vinagre (1/3 vaso), pero con mucho cuidado. PELIGRO DE QUEMADURAS!!!!
La reacción del vinagre con el aceite caliente puede provocar quemaduras graves. Además la reacción química (que dura poco) genera vapores que no hay que respirar. Lo removéis un poco.
En pocos segundos acabará la reacción.
Y ya podéis repartir esta ajada por encima del pescado y de las patatas.
Para acabar, unas escamas de sal por encima.
¡Perejil para decorar y a la mesa!
Bien caliente, es una maravilla de plato.
¡Buen provecho!