Como ya os comenté en el artículo: "La repostería pastelera", hoy os mostraré como hacer uno de los llamados "cortes" de trufa cocida. Este es uno de los pastelitos de repostería más representativos, junto con el corte de frambuesas, el de coco escaldado y el de mantequilla. Tiene su trabajo, no lo negaré, pero es cuestión de organizarse un poco y preparar cositas el día antes, como las planchas, la trufa cocida, la yema y el azúcar baño, de las que os recomiendo ver la receta previamente.
La decoración es creatividad pura y dura... así que podéis hacer todos los inventos que queráis. Vamos.
1 plancha de bizcocho
azúcar baño (almíbar + brandy)
trufa cocida (oscura)
yema pastelera
Preparamos las planchas de bizcocho.
Una vez cocidas, se tienen que enfriar a temperatura ambiente.
Tenemos que atemperar la trufa cocida que ya tenemos hecha del día antes.
Cortamos una plancha en tres partes iguales. La primero, cara arriba, la bañamos con azúcar baño.
Escudillamos una capa de trufa, más bien fina.
Encima, colocamos una nueva capa de plancha que también bañaremos, pero en este caso la pondremos al revés: la parte oscura debajo.
Hacemos lo mismo, ponemos una capa de trufa... una nueva plancha, bañamos y más trufa.
Ahora lo decoraremos con un plástico estriado. Lo podéis hacer a mano, con cualquier plástico de una botella mismo.
Pasamos el plástico haciendo olas... procurando hacer este dibujo.
Al acabar, cortaremos la pieza en porciones cuadradas.
Recordad limpiar el cuchillo por cada corte...
... eso garantizará que queden cortes limpios.
Ahora, utilizaremos una manga pastelera con un cornete para hacer hojas.
Decoramos con una hoja en un lateral.
Ahora haremos lo mismo con un cornete estrellado. Podéis utilizar la misma manga y montar un cornete encima del otro. Os ahorrará trabajo.
Además, haremos un cornete de yema pastelera para poner un punto.
Acabamos la decoración con la rosa de trufa...
... y el punto de yema.
Y ya hemos acabado nuestro corte de trufa.
Podéis combinarlos con un corte de frambuesas, por ejemplo, y hacer un surtido de repostería pastelera. ¡Buen Provecho!