A veces nos complicamos la vida con elaboraciones largas. Otras veces, nos obsesionamos al añadir más ingredientes de los que hacen falta. Y es que siempre que estamos delante de un buen producto deberíamos de hacer una pequeña reflexión sobre qué nos apetece en aquel momento y qué le hace falta realmente en el producto.
En el caso de hoy, veremos como servir un entrante a partir de un excelente salmón ahumado. Y es que prácticamente no le haremos nada. Sólo procuraremos servirlo a temperatura ambiente (no frío), lo rociaremos con un buen aceite de oliva virgen extra y tiraremos un poco de eneldo por encima, que le va muy bien. Una vez añadido el aceite y el eneldo lo dejaremos marinar una horita fuera de la nevera.
4 rebanadas de salmón ahumado
aceite de oliva virgen extra
eneldo
Variantes:
Si queréis, podéis echar un poco de sal en escamas por encima
Para hacer este plato, es imprescindible trabajar con una buena materia prima.
Cortaremos el salmón en porciones y lo emplataremos. Seguidamente pondremos el eneldo.
El eneldo, es una especia que le va fabulosamente bien a este pescado. Pondremos primero el eneldo para que el aroma penetre dentro de la carne del salmón.
A continuación, rociaremos todo el salmón con un buen aceite de oliva virgen extra.
No es necesario, pero si lo encontráis oportuno se puede añadir un poco de sal en escamas por encima.
Ahora, es cuestión de dejarlo marinando mínimo una hora, pero lo podéis hacer la noche anterior si queréis.
Servidlo a temperatura ambiente. Ummmm... ¡buenísimo!
¡Buen provecho!