Me encanta el salmón... en todas sus formas. Un excelente producto altamente sabroso, saludable y versátil... cuyo consumo siempre os recomendarán por su alto contenido en Omega3. El término francés "papillote" representa una técnica de cocina que consiste en cocinar un alimento en un envoltorio resistente al calor, como lo es el papel de aluminio. Este tipo de cocción en papillote os garantiza un resultado muy jugoso, de paladar suave y formidable, ya que el salmón queda cocido en su propio jugo conservando todo el aroma, sabor y nutrientes.
A mí me gusta que el salmón quede ligeramente crudo... con color rosado... que es cuando se deshace en la boca. Ya sabéis que si os pasáis de cocción la carne de este pescado enseguida queda seca. Veamos pues, como cocinar una comida buena y sana.
2 lomos de salmón frescos
1 limón
aceite de oliva virgen extra
pimienta negra
1 semilla de clavo
una pizca de eneldo
sal
Para la guarnición:
unas tiras de pimiento verde
unas tiras de pimiento rojo
media cebolla cortada en juliana
Variantes:
Como veréis, yo he utilizado unas verduras sólo para aromatizar el pescado pero que quedan prácticamente crudas en una cocción tan corta como la del salmón (unos 10 minutos).
Si queréis que la guarnición de verdura quede más cocida, podéis hacer previamente las verduras a la plancha, al vapor, hervidas, etc. para después incorporarlas al salmón. Y si no queréis guarnición de verdura....no pasa nada, ya que no es estrictamente necesaria.
Preparamos todos los ingredientes y cortamos la verdura en tiras. Ya podéis precalentar el horno a 180 grados.
Colocaremos un trozo de salmón muy limpio y sin espinas sobre un trozo de papel de aluminio.
Podéis utilizar lomos o supremas de salmón fresco, pero procurad retirar todas las espinas.
Salamos un poco el salmón...
... y lo pimentamos.
No es obligatorio, pero a mí me gusta añadir una pizca de eneldo...
... creo que le va muy bien esta especia al salmón.
Ahora cortamos una rebanada de limón que colocaremos sobre el salmón.
Y el clavo...
... sólo uno... ya que es bastante aromático.
Lo podéis clavar justo en medio de la rebanada de limón... y así no se perderá. Pensad que es bastante desagradable encontrarse un clavo entero dentro de la boca.
Ahora, y sólo para aromatizar con su propio jugo, colocaremos unas tiras de pimiento verde...
... unas de pimiento rojo...
... y un poco de cebolla.
Perfecto.
Sólo nos quedará rociarlo todo con un poco de aceite de oliva virgen extra...
... y envolver el pescado con el papel de aluminio.
Procurad hacer un buen envoltorio y sellar bien el paquete. Lo que queremos es que no se escapen los jugos.
Los colocamos en una bandeja para el horno y, al ser esta una medida bastante habitual de salmón, de unos 150 a 200 gramos, los coceremos unos 10 minutos entre 160-180 grados aproximadamente.
Hay quien dice que se sabe cuándo está cocido porque el papel de aluminio se hincha. En cualquier caso... no abráis y no dejéis el pescado demasiado rato en el horno. Con piezas de esta medida, 10 o 15 minutos siempre son suficientes.
Lo emplatamos... y si queréis retirad la verdura. Sólo nos queda disfrutar de esta formidable pieza de pescado.
¡Buen provecho!