La receta de hoy es de aquellas tradiciones que nuestras madres y abuelas se han encargado de mantener bien vivas. Y es que, muchas veces, nos complicamos la vida buscando recetas elaboradas cuándo tenemos pequeños placeres a la vida como este. Una buena rebanada de pan con tomate con unos salmonetes de roca fritos nos puede transportar a un estado de satisfacción completa. Lo que es innegable es que este tipo de recetas de básica elaboración sirven, cuanto menos, para recordarnos qué comida o cenar podemos hacer mañana mismo, difundiendo al mismo tiempo, nuestra cultura gastronómica. Tan sencillo como la vida misma. ¡Vamos!
500 g de salmonete de roca fresco
harina para freír
aceite para freír
limón (opcional)
sal
Variantes:
- Podéis acompañar el plato de pan con tomate o, sencillamente, un buen tomate aliñado
Pedid en la pescadería que os saquen cabeza y tripa. Son tareas que vale la pena hacer alguna vez para comprender la técnica sin embargo, una vez aprendida, si os lo ahorráis mejor. No hay hedor más maloliente en el cubo de la basura que los intestinos de pescado.
Limpiad el pescado debajo del grifo.
Saladlo.
Muy bien.
Repetid este proceso con todo el pescado mientras se calienta el aceite en la sartén.
Cuando el aceite esté bien candente, freídlo.
Reservadlo sobre un papel absorbente.
Y servidlo en mesa bien caliente.
Con un poco de limón si queréis.
Como es época de tomates de Barbastro, he decidido acompañar el pescado con esta fruta tan sabrosa.
Los tomates de Barbastro son grandes y carnosos, a la vez que dulces.
Cortadlo en trozos grandes, saladlo y...
Tirad por encima de un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
Y hacia la mesa.
¡Qué pescadito más bueno! Sólo tenéis que retirar la espina central con cuidado y el resto se puede comer. No tendréis problemas con los niños, pero en cualquier caso, vigilad siempre.
¡Buen provecho!