Una de las clásicas salsas más utilizadas en cualquier cocina. No tiene demasiado misterio, solo tenéis que hacer un buen sofrito... reducirlo con vino... y ligarlo con un poco de harina. Para acabar, no puede faltar una picada de ajo y perejil. Si incorporáis un poco de caldo de pescado os saldrá todavía mejor. Esta salsa combina con prácticamente cualquier tipo de pescado, marisco o molusco.
4 tomates maduros
1 cebolla
3 dientes de ajo
perejil fresco
unas briznas de azafrán
una copa de vino blanco
aceite de oliva
sal
Variantes:
- Se pueden incorporar olivas o alcaparras
- Se puede incorporar un poco de albahaca fresca
Preparamos todos los ingredientes.
Si tenéis tomates de temporada y ecológicos mejor...
... los rayamos. Si el tomate es lo bastante grande... con uno solo será suficiente... de lo contrario, utilizad dos o tres más pequeños.
Ponemos la cebolla picada a sofreír con un poco de aceite.
Mientras tanto, iremos preparando la picada... con ajo...
... perejil y un poco de azafrán.
... y a picar niños... hasta hacerlo bien pequeño.
Cuando la cebolla esté bien cocida y dorada, pondremos el tomate rayado, que dejaremos cocer también.
Ahora, pasados los 5 minutos, añadiremos el vino al sofrito. Si utilizáis un buen vino... mejor os quedará la salsa. En estos casos, yo acostumbro a utilizar el mismo vino que serviré en mesa... y un buen albariño no falla nunca.
Ponemos el vino, aproximadamente media copita.
Lo salamos y lo dejamos que reduzca 10 minutitos a fuego bajo.
De vez en cuando le daremos unas vueltas.
Ahora, añadid la cucharada de harina. Normalmente, se deshace con un poco de agua fría o caldo antes de incorporarla, ya que puede hacer grumos. Pero hoy no nos importa demasiado, puesto que al final pasaremos toda la salsa por la batidora eléctrica.
Añadid un par de cucharones grandes de caldo de pescado o agua en el sofrito.
Lo removemos. Si buscáis un color más rojizo podéis añadir pimentón en polvo.
... lo tapamos y lo dejamos unos 10 minutos más... a fuego bajo.
Ahora, lo pasamos todo a un recipiente para triturar.
Lo dejaremos bien fino.
Y finalmente, lo volvemos a llevar a la misma sartén, ya sin grumos ni trozos... para hacer nuestras elaboraciones.
Solo nos quedará añadir la picada junto con el producto escogido. En este caso, almejas.
¡Son fantásticas las Almejas a la marinera! ¡Buen provecho!