La salsa de romesco proviene de Tarragona y se utiliza para muchísimos platos. Hay una cierta polémica con la denominación de esta salsa, ciertamente. Unos diréis que la salsa de calçots no es lo mismo que la salsa romesco. Y tenéis razón, aunque las diferencias son mínimas. En general, el término "Salsa Romesco" (en relación con los calçots) está muy extendido y es aceptado fuera de los entornos más rigurosos
6 tomates escalivados
2 pimientos del romesco escalivados
1/2 cabeza de ajos escalivados
1/2 cucharadita de pimentón dulce
un chorro de vinagre
15 g de almendras tostadas
15 g de avellanas tostadas
pimienta negra
aceite de oliva
sal
Variantes:
Los ajos y los tomates se pueden freír en lugar de escalivar.
En lugar de pimiento del romesco, se puede poner ñora.
Se puede espesar la salsa con pan seco fritura o con miga de pan mojada con vinagre.
Se pueden añadir galletas.
Se puede añadir una punta de ajo crudo.
Se puede añadir una guindilla.
Se puede hacer sólo con almendra o avellana.
Se puede añadir menta fresca.
Preparamos todos los ingredientes.
El pimentón.
El vinagre de vino blanco... aunque puede ser de vino tinto.
Para empezar, escaldaremos las ñoras en agua bien caliente, para poder separar la carne de la piel.
Ponemos el horno a 190 grados... y escalivamos los tomates y los ajos con un chorro de aceite de oliva. He hecho unos cortes en forma de cruz a los tomates. De esta manera, después será más fácil pelarlos.
Los horneamos... durante unos 30 minutos aproximadamente.
Si le añadís pan tostado (cómo hago yo), podéis aprovechar la bandeja para ponerlo, pero vigiladlo que se tuesta muy rápido... y lo tendréis que sacar antes, también.
Pelamos las almendras y las avellanas.
Las ponemos dentro de un vaso para batirlas con el turmix. Más o menos un puñadito... unos 15 g de cada una. Si hay un poco de piel no pasa nada.
En el mismo cuenco, incorporamos el pimentón dulce.
Qué colores, ¿eh?
Incorporamos también el pan tostado.
Las ñoras ya se han ablandado.
Con cuidado, sacáis las semillas.
Limpiadlas bien de semillas.
Con la punta de un cuchillo, rascad la carne. Parece que no hay nada, pero madre mía la que sale.
Con paciencia... vais pelando las dos ñoras.
Os saldrá una cantidad así de carne.
Esperad un rato para que se enfríen un poco... y después podremos estirar la piel fácilmente.
Mientras tanto aprovechamos para colar el tomate y eliminar las semillas. Lo incorporamos al cuenco con un chorro de vinagre. Más o menos, como dos cucharadas grandes, pero mejor que os quedáis cortos. Siempre se puede añadir más al final del proceso.
Incorporamos también un buen chorro de aceite, como tres cucharadas grandes.
Un poco de sal...
un poco de pimienta negra molida...
Y lo batimos todo con la batidora. Probad la salsa y rectificad lo que haga falta. Podéis añadir más o menos aceite, vinagre, sal, picando, etc. Hacedla un poco a vuestro gusto
La serviremos en un salsera.
Y aquí tenéis la salsa romesco tan deseada a la hora de mojar un calçot, por ejemplo.
No os perdáis la receta de los Calçots al horno.
Ummm...
Bien mojados...
Y para dentro...
Qué buenos, eh... os recomiendo leer la receta de la Calçotada. Pero pensad que también podéis hacer los calçots en casa, Calçots al horno. ¡Buen provecho!