Esta salsa de hoy es muy adecuada para acompañar carnes, sobre todo, como un filete, un entrecot, una butifarra, etc. pero no descartéis utilizarla en pescado de sabor contundente como pueden ser el rape, el rodaballo, el atún o el emperador. Hoy he querido utilizar el término "de San Jorge", pero ya sabéis que este tipo de setas, y según la zona, se confunden con las setas de carrerilla, podéis utilizar ambas.
El hecho de utilizar leche evaporada en lugar de nata líquida o crema de leche ha sido por razones calóricas, ya que con la leche evaporada podemos obtener el mismo sabor y textura pero sin tanta grasa. En definitiva, una salsa muy interesante y versátil que no cuesta mucho de hacer. Espero que os guste.
15 g de seta de San Jorge deshidratada
2 o 3 ajos tiernos
un puñado de pimienta negra
500 ml leche evaporada
1 cucharada de harina
sal
Variantes:
- Podéis sustituir el ajo tierno por un sofrito de ajo y cebolla
- Se pueden utilizar otras setas secas como la seta calabaza, la trompeta de la muerte o la mezcla de setas.
Preparamos los ingredientes de nuestra salsa.
Tendremos que sumergir las setas en agua durante al menos 45 minutos.
Si no tenéis bolas de pimienta negra, podéis utilizar pimienta negra molida.
Pero no os paséis, para las cantidades propuestas en la receta con esta cantidad de pimienta ya tendréis suficiente. Todo dependerá de qué intensidad de picante queremos para nuestra salsa. Recordad que estamos haciendo una salsa para carnes y, por lo tanto, tiene que ser un poco fuerte.
Picamos los ajos tiernos.
No importa demasiado cómo la piquemos, ya que acabaremos triturando la salsa.
Primero de todo pondremos las bolas de pimienta a tostar un rato en una sartén sin aceite. ¡Cuidado!, que yo he hecho el doble de la receta y por eso hay más pimienta.
Después de tostar la pimienta durante unos 5 minutos, incorporaremos el ajo tierno.
Dejaremos que coja color.
Seguidamente, verteremos las setas con el agua y todo.
Lo dejaremos cocer a fuego lento hasta que reduzca prácticamente toda el agua.
A continuación añadiremos la leche evaporada, que hoy día encontraréis en cualquier supermercado.
La diferencia con la nata o crema de leche es que es más ligera y, por lo tanto, no tan calórica.
Lo salamos un poco y ponemos la harina.
Lo dejaremos cocer a fuego bajo durante unos 10 minutos, que reduzca un poco la leche. Vigilad que se os puede derramar. Removed de vez en cuando para evitar que se os queme de la base.
A continuación, pasaremos el contenido de la sartén a un tarro para triturar.
Y con la batidora eléctrica lo dejaremos bien fino.
Ya por último, lo haremos hervir un poco en un cuenco y rectificaremos de sal. Removed constantemente para evitar que se enganche de la base.
Y ya podéis pasar la salsa a una salsera.
Y ya tenemos preparada. La podéis hacer un rato antes de comer o, incluso, el día anterior. Solo habrá que calentarla y servirla, como en este caso, con un buen entrecot. ¡Buen provecho!