Esto sí que es «la madre del cordero» de las salsas catalanas... La podemos considerar como una de nuestras comidas estrella y una de las cuatro piezas básicas de la cocina catalana, junto con el alioli, el sofrito y la picada. Y, claro está, se tiene que hacer con ingredientes naturales, con buenas verduras y cocidas a fuego lento. Hoy haremos una samfaina tradicional, de aquellas que nos hacía la abuela. Yo recuerdo que en la casa de mis abuelos hacíamos unas samfainas con tomates del huerto que eran brutales. Aquello, mezclado con unos huevos frescos recién cogidos del culo de la gallina... era el súmmum, chicos. Bueno, con los años me he dado cuenta de que lo era, claro está. La samfaina se tiene que hacer con «cariño».
Como siempre, el resultado dependerá de la calidad de los ingredientes, en este caso serán de la huerta del Llobregat. Si la háceis con verduras compradas en una gran superficie que acostumbran a traerlas de otros países, pues os quedará lo que os quedará. Pero si la hacéis con verdura ecológica buena, buena, de temporada, fresca y de nuestra tierra... entonces sí que notaréis el auténtico sabor de la buena samfaina que os quiero transmitir. Esta salsa, o similar, la hacen por todas partes. Se podría decir que prácticamente es la misma receta que el «pisto», el «mullor» o el «ratatouille». Pero para mí, la samfaina es la samfaina, de toda la vida... vaya, que no es comparable.
Como veréis en las variantes, aparte del tomate, este plato puede incluir más verduras. También se puede condimentar con perejil y pimienta o con otras hierbas aromáticas como orégano, tomillo o laurel. Es un plato que casi todo el mundo hace en una sartén. Además, a mí me gusta poner más cantidad de tomate. Como siempre os digo, es importante tener la receta base como referencia... y hacer nuestras variantes a partir de esta. ¡La samfaina se puede comer sola, mojando o como acompañamiento de un ingrediente principal como podría ser una carne, un pescado, legumbres, caracoles, arroz, pasta, más verdura, etc. Disfrutemos de la samfaina, pues!
4 tomates
2 cebollas
2 dientes de ajo
2 pimientos rojos
2 berenjenas
aceite de oliva
sal
Variantes:
Se puede poner toda la verdura a la vez
Se puede añadir pimiento verde, calabacín, etc.
Se puede añadir ajo y perejil trinchados
Se pueden añadir aceitunas negras
Se puede hacer sin ajo
Como os decía, yo haré una ligera variante. Pondré el doble de tomates... un pimiento rojo, un calabacín, una berenjena, una cebolla y dos pimientos verdes. Lavamos bien toda la verdura.
El tomate es muy importante que sea de excelente calidad. Aprovechad la temporada de verano.
Preparamos el resto de verduras...
Utilizaré una cebolla grande de Figueres... podéis utilizar dos pequeñas.
De ajo, gastaremos tres grandes, laminados.
Ahora, pelamos el calabacín (si queréis) y lo hacemos en dados...
Más o menos de esta medida.
Pelamos el pimiento rojo y sacamos las partes sobrantes del interior, así como las semillas.
Lo picamos también...
... de la misma medida.
Hacemos el mismo proceso con el pimiento verde...
... Y poco a poco vamos preparando nuestra "mise en place", que dicen...
Ahora hacemos la berenjena, me gusta dejar la piel.
A daditos.
Ahora, vamos a rayar todos los tomates.
De entrada, un buen tomate tiene que tener un olor excelente... y tiene que ser bien jugoso. Poco a poco, los rayamos todos y los reservamos.
Tenemos la verdura cortada... la cebolla también... y el ajo laminado....
Yo utilizo una sartén de grandes dimensiones. Como la samfaina nos dará un poco de trabajo, podéis aprovechar para hacer mucha y congelar una parte.
Echaremos un generoso chorro de aceite de oliva.
A mí me gusta empezar aromatizando el aceite con el ajo, aunque mucha gente pone primero la cebolla... o toda la verdura de golpe.
Antes de que el ajo coja color... pondremos todo el pimiento, que es la verdura que más tarda en cocerse.
Seguidamente, pondremos la cebolla.
Bien removido, y unos minutitos más.
Y ahora el resto de verdura.
Lo removemos...
... y directamente todo el tomate.
Que quede todo bien mezclado.
Añadiremos un poco de azúcar para compensar la acidez del tomate.
Y también un poco de sal.
Por último, a mí me gusta incorporar un poco de pimentón. Eso se hace si el tomate no tiene demasiado color, sobre todo en temporada de invierno, pero yo me he acostumbrado a poner siempre. Me gusta el sabor que coge.
Ahora, bajad el fuego al mínimo.
Lo tapamos y lo dejaremos hacer unos 20 minutitos.
Removed de vez en cuando. Que no se quede sin líquido.
Si conviene, si falta líquido, podéis incorporar un chorrito de agua. Al final, tiene que quedar casi confitado.
Una vez hecha, es interesante dejarla reposar unas horas... que estará todavía mejor.
¿La probamos?... ummmm... ¡qué gran salsa!
Con samfaina podéis servir miles de platos, como el "Pulpo de playa con samfaina".
Estas "Salchichas de cerdo con samfaina"...
O uno sencillo, pero escandalosamente bueno, "Huevo frito con samfaina".
Para acabar, recordad que también la podéis triturar... que quedará bien finita, muy indicada para los más pequeños de la casa o para elaboraciones con una presentación más elegante. ¡Buen provecho!