No podía faltar en nuestra recopilación de recetas tradicionales la sopa de ajo, que tantas barrigas ha arreglado entre nosotros y nuestros antepasados.
Al fin y al cabo, es una preparación que nace en tiempos de frugalidad y de hambre, y el solo hecho de añadir unos trozos de tocino y un par de huevos ya era todo un lujo. Más sencilla de hacer y económica imposible.
No sería la mejor sopa del universo, sobre todo ahora que tenemos de todo, pero también os digo uno cosa: yo os invito a cocinarla y justo en el momento de probarla penséis en vuestros padres y madres, en vuestros abuelos y abuelas. Seguro que la encontraréis todavía más buena y entenderéis muchas cosas de la vida.
¡Vamos!
5 dientes de ajo
1 litro y medio de agua
rebanadas de pan seco
un chorrito de aceite de oliva
sal
Variantes:
- Se pueden añadir unos huevos batidos y/o enteros al final de la cocción
- Se puede añadir pimentón
- Se puede añadir tocino o jamón frito con los ajos
- Se pueden hervir los ajos (sin freírlos) con el agua y un chorrito de aceite y añadir el pan
- La podéis hacer con caldo en lugar de agua (o añadir pastillas de caldo)
- Hay quien le añade hierbas aromáticas (hinojo, tomillo, romero, etc)

Preparad los ingredientes.

En una olla con un buen chorro de aceite, poned a dorar los ajos laminados.

Mientras tanto, cortad en dados el pan seco.

Cuando el ajo coja color, añadid (si os gusta) unas tiras de jamón o tocino. Le dais un par de vueltas

Ahora, echáis una cucharadita de café de pimentón dulce.

Lo removéis durante 10 segundos.

Y enseguida vertéis el pan, antes de que se queme el pimentón.

Y lo removéis bien, que el pan quede bien mojado con este aceite. Le vais dando vueltas sin descanso hasta que el pan se tueste un poco, que quede bien seco.

A continuación (con cuidado de no quemaros), vertéis el agua o el caldo.

Lo saláis.

Y lo tapáis. Lo dejáis cocer unos 15-20 minutos máximo.

Mientras tanto, batid un par de huevos.

Pasados los 15 minutos de cocción, añadid estos huevos y lo removéis todo.

Será el momento de dejarlo todo bien fino con un batidor. Rectificad de sal si hace falta. Apagad el fuego.

Si queréis, ya con el fuego apagado, podéis añadir un par de huevos enteros más.

Tapad la olla y dejad cocer los huevos con el calor pasivo.

Y ya lo podréis servir. ¡Buen provecho!