Tradicionalmente, en nuestra casa, hemos preparado la sopa del caldo hirviendo en el caldo de la escudella un poco de pasta, normalmente tiburones de medida pequeña. Vaya, lo que se conoce como "Sopa de tiburones" de toda la vida. Pero si en esta sopa le añadís un sofrito de cebolla y tomate, cómo veremos hoy, y también unos trozos de gallina del cocido, os quedará una sopa de caldo extraordinaria. No hay que decir que podéis utilizar cualquier tipo de pasta, aunque yo utilizaré la pasta de letras.
caldo de gallina o de la escudella
2 tomates cortados
1 cebolla picada
carne de gallina desmenuzada de la escudella o cocido
120 g de pasta de letras
sal
Variantes:
Se puede hacer con caldo de verduras
Se puede hacer sin sofrito
Preparamos la pasta, la cebolla y lavamos los tomates.
Como os comentaba, hoy utilizaremos pasta de letras.
Por una parte, rayad los tomates.
Por otra parte, picad la cebolla bien pequeña.
En una sartén con unas gotas de aceite sofreiremos la cebolla.
Mientras tanto, cortaremos unos trozos de la gallina sobrante de la escudella. Si no tenéis, podéis pasar por la plancha una pechuga de pollo. Lo reservamos.
Cuando la cebolla coja color...
añadiremos el tomate. Lo dejaremos sofreír a fuego bajo durante unos 10 minutos.
Notaréis que poco a poco se consume todo el líquido y el sofrito empieza a caramelizar. Incluso a engancharse un poco en el base de la sartén. Removedlo para evitar que se queme.
En este punto añadiremos un buen cucharón de caldo y removeremos.
A continuación, este sofrito desleído lo añadiremos a la olla donde tenemos el caldo.
Seguidamente, incorporaremos a la olla la gallina que teníamos reservada.
Y ya para acabar, la pasta.
Dejad que hierva unos 15 minutos aproximadamente o hasta que la pasta esté cocida.
Si hace falta, rectificad de sal.
Ya la podemos servir bien calentita.
No hay que decir que para garantizar el éxito del plato tendremos que utilizar un caldo de calidad.
¡Buen provecho!