El otro día tenía invitados y no sabía qué hacer de postre. Tenía un extraordinario helado de fresas en el congelador y pensé un poco como presentarlo rápidamente. Una receta totalmente improvisada qué ha dado buen resultado. Y eso no siempre pasa. Vosotros no lo veis, pero hay cosas que cocino que no publico porque pienso que no merecen ser divulgadas.
No porque estén más o menos buenas, sino porque no nos aportan nada. Hay gente que publica absolutamente todo aquello que cocina, a pesar de saber que hay platos que no los recomendarían a nadie porque han quedado, digamos, un poco «mediocres», para no decir otra cosa. Ya me entendéis. No hablo de publicar unos huevos con patatas, que son toda una autoridad en la cocina, hablo de publicar ciertos «inventos» que no van a ningún sitio. Este postre ha resultado ser de aquellas cosas vistosas, buenas y fáciles de hacer. Tan sencillo como eso. Por lo tanto, aquí queda publicada. Os presento dos versiones: con helado de turrón Jijona y con helado de fresa.
1 yogur al gusto
300 g de fresas maduras
Helado al gusto
Reducción de Pedro Ximénez
Variantes:
Opcionalmente podéis añadir unas virutas de azúcar bolado (carbón de reyes)
Podéis incorporar una galleta
Limpiad bien las fresas y trituradlas junto con una cucharadita de azúcar.
Ya tenemos las fresas trituradas.
Llenamos nuestros boles...
... procuraremos cubrir todo el yogur, que no se vea.
La primera versión la he acabado con helado de turrón al cual he añadido un poco de azúcar bolado, pero si no tenéis, podéis utilizar dados de azúcar moreno un poco triturados.
Los he rematado con una reducción de Pedro Ximénez y una hoja de menta. Cómo explotamos a Pedro Ximénez últimamente, ¿eh? Y es que está de moda chicos.
¿Tiene buen pinta verdad?
Este es un postresque todo el mundo come en silencio, se lo acaban siempre y nadie deja. ¿Qué quiere decir?
La otra versión es con un excelente helado de leche con nata y fresas.
Podéis hacer bolas si queréis, pero yo creo que un trozo de helado desordenado queda muy estético. Parece una isla en un mar de lava, ¿verdad?
El chorrito de Pedro Ximénez que no falte, ni tampoco la fresa decorativa.
Y la galleta, claro está. ¡Buen provecho!