Hoy, de nuevo, os presento una variante del tradicional suquet de merluza, que acompañaré con unos dátiles de mar. Se denomina dátil de mar al mejillón francés de la costa de Normandía. Como sabréis, los franceses no toleran el mejillón de medida grande y estos chiquitines son los que mejor salen. A pesar de ser pequeños, acostumbran a salir muy llenos.
A veces estos mejillones llegan a nuestras pescaderías y vale la pena aprovechar la ocasión. Personalmente, me quedo con los mejillones de las tierras del Ebro, así como con el mejillón de roca que podemos encontrar a lo largo de nuestro litoral. Pero este de Normandía, realmente, es muy sabroso, de medida pequeña y os gustarán seguro, sobre todo si sois de los que os da un poco de angustia poneros un mejillón grande en la boca. Os recomiendo la lectura de la receta Mejillones de Normandía a la plancha. ¡Venga!
1 merluza fresca cortada en lomos (sin espinas)
300 g de dátiles de mar
2 hojas de laurel
3 patatas medias
4 tomates maduros
1 cucharada de pimentón
1 chorro de vino blanco para cocinar
3 dientes de ajo
1 cebolla picada
pimienta negra
aceite de oliva
agua o caldo de pescado
sal
Variantes:
Podéis añadir una guindilla picante al sofrito
Se puede hacer el mismo guiso con otros tipos de pescado
Lavamos y preparamos la merluza.
Lavamos los mejillones y retiramos los restos de algas y/o clapas.
Como podéis comprobar, el dátil de mar es bastante pequeño, pero también está muy lleno.
Empezaremos por picar la cebolla y cortar los ajos en láminas gruesas.
Mientras tanto, aprovechad para rayar los tomates maduros.
Cuando el ajo esté dorado...
... verteremos la cebolla. Dejadlo sofreír un rato.
Aprovechad ahora para ir pelando las patatas.
Añadid las hojas de laurel cuando la cebolla ya esté transparente. Si queréis darle un toque picante, ahora podéis añadir también un poco de guindilla picada.
Seguidamente, incorporad el tomate rayado y...
... un poco de pimentón dulce.
Dejadlo reducir unos minutos hasta que el tomate esté cocido y se haya consumido toda el agua.
Muy bien.
Pondremos un poco de pimienta negra...
... y un poco de sal.
Dejadlas sofreír un rato.
Removedlo para evitar que se enganche.
Tapadlo y dejadlo cocer unos 10 minutos, hasta que evapore el alcohol.
Pasado este tiempo, cubrid las patatas con agua o caldo de pescado. No es necesario, pero con caldo de pescado siempre obtendréis un sabor más intenso en la salsa, aunque con agua queda más que bien. Recordad que estamos cocinando pescado fresco y mejillones.
Echad una cucharada de harina también.
No os preocupéis por los grumos. Como tiene que hervir se desharán todos. La harina nos ayudará a ligar la salsa.
Pasados unos 15-20 minutos más, las patatas tendrían que estar cocidas.
Es el momento perfecto para añadir el pescado. Rectificad de sal.
Salad la merluza.
Y pimentadlo.
Colocadlo con gracia dentro de la cazuela.
Muy bien.
Repartid bien los trozos.
Y finalmente, al mismo tiempo, incorporad también los mejillones.
Perfecto.
Ahora, si queréis, podéis sacudir la cazuela un poco, con el fin de impregnar todo el conjunto con la salsa.
Tapadlo y dejadlo hacer a fuego medio-bajo unos minutos, hasta que se abran los mejillones.
Probadlo de sal. Añadid también un poco de perejil picado por encima.
Y ya lo tenemos hecho. Dejad reposar el guiso unos minutos antes de servir.
Si queréis, lo podéis poner al horno en modo grill y dorar un poco la capa superior.
Y ya lo podéis emplatar.
Ummmmm... ¡qué aroma!
Una copita fresca de vino blanco, ¿no?
¡Buen provecho!