Un buen postre para los invitados más exigentes. Nos llevará un rato prepararlas.
Como las otras tartaletas de crema que os presenté, estas tienen la misma base de crema pastelera, pero la diferencia es que están decoradas con frutas de temporada y algunas de ellas bañadas con un ganache de chocolate. Os vuelvo a recordar que no soy de dulces, pero me gustan. También os recomiendo la lectura de la receta "Tartaletes de crema".
200 g de pasta brisa
500 g de crema pastelera
fruta fresca al gusto (uva, ciruelas pequeñas y maduras, fresas, kiwi, piña natural, etc...)
gelatina de manzana
azúcar
Para la ganache:
150 g de cobertura de chocolate negro
100 g de mantequilla
50 g de nata líquida
NOTA: Con esta receta os saldrán unas 12-15 tartaletas
Variantes:
Podéis utilizar todo tipo de frutas de temporada
Podéis utilizar frutos secos
Anteriormente ya os enseñé como hacer la pasta brisa, así que nos saltaremos este punto. Quizás os va mejor comprarla hecha.
Estiramos nuestra pasta brisa hasta que tenga un grosor apropiado para forrar las tartaletas.
Utilizaré un molde de silicona de Silikomart, ya sabéis cómo me gustan estos moldes.
La boca de un vaso grande, esos de mojito son ideales para utilizarlo como cortante.
Finalmente, con un cuchillo, sacaremos la masa sobrante.
Ya los tenemos a punto.
El día antes (o el mismo día pero un par o tres de horas antes) habremos preparado la crema pastelera, la receta para medio litro de leche es suficiente.
De entrada, pondremos el horno a 180 grados. Iremos llenando las tartaletas de crema...
Mientras prepararemos la ganache mezclando la mantequilla con la cobertura y la nata y calentándolo todo junto. Sólo se tiene que deshacer, no lo hagáis hervir ¿eh? Reservadlo y dejadlo que se enfríe un poco.
He encontrado unas ciruelas muy bonitas en el mercado. Pequeñas y maduras.
Las cubriremos de chocolate. Pero antes las tendremos que lavar con agua y secarlas con un trapo.
Ya tenemos las tartaletas cocidas. Las reservaremos y las dejaremos enfriar. No las saqueis del molde hasta que estén bien frías. Tranquilos, que esta masa no se pega nunca.
¿Cómo bañamos las ciruelas?... Pues con un palillo mismo. Pensad que las ciruelas tienen hueso... y que tendréis que informar a los invitados. Eso hace que no podamos pasar el palillo por el medio de la ciruela, pero si lo claváis bien... no se os moverá.
Se tiene que escurrir un poco.
... y ahora podéis pinchar el palillo en un trozo de corcho o en una manzana, como he hecho yo. Esta manera de bañar sirve para que cuando chorree gotas queden siempre en la parte baja. Cuando colocamos la ciruela sobre una tartaleta se verá 100% redonda. No sé si me explico lo suficientemente bien.
También bañaremos unas fresas (lavadas y secadas)...
... pero no totalmente... así quedarán más vistosas...
Perfecto, ahora tenemos que dejar que se enfríe y cuaje la ganache dentro de la nevera.
Si os lo montáis bien, se podrían servir así mismo, sobre una piña o melón abiertos, y las ciruelas clavadas encima. Sería un buen postre también.
Las tartaletas ya están frías...
... las podemos desmoldar sin miedo de romperlas.
Iremos preparando más fruta para decorar las tartaletas y dar el toque final.
Calentad un poco de gelatina de manzana diluida con una tercera parte de agua. En cuanto hierva la paráis y la dejáis enfriar. Ya os he hablado muchas veces de las gelatinas... y en este caso podríais utilizar gelatinas en frío o nappage para pintar las frutas. Pero también se pueden utilizar gelatinas calientes... sólo tenéis que encontrar el punto de temperamento apropiado para no estropear la fruta y no dejar que se cuaje la gelatina del todo. La disolución con agua también ayuda.
Encontrado el punto máximo de frío sin que cuaje la gelatina, bañaremos primero unos granos de uva.
... unas fresas cortadas por la mitad y lo iremos dejando todo encima de una hoja de papel (no absorbente).
... unas tiras de piña natural...
... las fresas, ¿verdad que quedan bonitas?
Dejaremos que cuaje... no hace falta nevera... a no ser que haga mucho calor.
Venga que ya queda menos. Ahora tenemos que completar el relleno de las tartaletas con más crema pastelera.
Utilizad una paletina... acostumbraos y con el tiempo me daréis la razón.
He decidido quemar la crema de tres tartaletas... que siempre da un atractivo especial.
Un poco de azúcar... y bien quemadito.
Las podéis quemar con una pala o con un soplete de cocina que están tan de moda.
¿Verdad que dan ganas de probarlas, ya?
Ahora, pintamos con gelatina de manzana todas las tartaletas.
Y las empezamos a decorar con las frutas que tenemos preparadas...
..ahora ya depende de la creatividad que tenga cada uno.
Recuperamos las frutas bañadas con la ganache.
... y acabamos la bandeja. Ya está, chicos.
Tenemos unas de crema quemada... donde he puesto una lámina de chocolate y tres bolitas decorativas.
En la de kiwi he optado por incorporar la ciruela bañada... que ha quedado bastante bien.
En otra, una combinación de fresa, uva y más ciruela.
Y finalmente una con la piña y la fresa bañada.
Las tenéis que reservar en la nevera...
... y no las guardéis más de tres días en la nevera. Recordad que estamos trabajando con huevo.
Acompañad la bandeja con un buen cava muy muy frío. Y a disfrutarlo con la familia y/o amigos... ¿eh?
¡Buen provecho!