La tempura, al fin y al cabo, no es más que un rebozado de harina con agua en lugar de huevo. Yo he utilizado el preparado de la marca "Santa Rita", que ya incorpora la sal y un poco de levadura química para favorecer que quede más crujiente. ¿Que cómo hacemos el aroma de gambas? A veces los nombres de los platos quedan muy bonitos, pero la realidad es bien sencillo. Este es uno de aquellos platos que haces para aprovechar un ingrediente sobrante. En esta ocasión, el aceite de freír unas gambas rojas. Y la verdad es que es una lástima tener que tirar según qué cosas, ¿eh?
Total, que he hecho una tempura, pero lo he freído en este aceite de gambas. De aquí que tenga un color más oscuro... más similar a un rebozado tradicional.
300 ml agua fría
230 g preparado de tempura Santa Rita
aceite de freír gambas rojas
verduras variadas (calabacín, zanahoria, pimiento verde y rojo, cebolla, etc.)
salsa de soja
Variantes:
Podéis incorporar a la tempura unas gambas peladas o sepia cortada en tiras.
Cómo os he explicado, tenía un aceite de freír estas gambas y lo he querido aprovechar. Y porque ya no tenía gambas, porque lo suyo es hacerlas también en tempura.
Cortamos y lavamos bien toda la verdura que queramos utilizar. Hagámoslo todo en tiras fácilmente consumibles.
Ya podemos poner el aceite a calentar. Como os he comentado, utilizaré un preparado para tempuras de la marca Santa Rita.
Tiramos los 300 g de agua fría de la nevera.
Añadimos dos terceras partes de preparado... y removemos bien con una varilla. Una vez disuelto, añadimos el resto y seguimos removiendo.
Nos tiene que quedar una textura cremosa y sin grumos.
Con el aceite bien caliente... ya podemos ir bañando las piezas de verdura...
... poco a poco...
... y las vamos friendo poco a poco... que tengan espacio (no las amontonéis).
Cuando tengan un buen colorete (unos 2 minutos aprox.) las podéis ir reservando en un papel absorbente.
Y ya las podremos servir... calientes mejor que en frío.
... ummmm...
Podéis tirar un buen chorro de salsa de soja por encima...
... es el toque final que las harán más deseables.
Y eso es todo. Pero no abuséis de las frituras, ¿eh? ¡Buen Provecho!