Hoy os presento un postre excelente. Sólo tendréis que tener comprados los ingredientes, y si sois como yo, os podéis hacer vosotros mismos los melindros previamente.
De quesos mascarpone podéis encontrar el Galbani (demasiado líquido) y Zanetti (mejor). Pero yo esta receta está hecha con Galbani y ha quedado extraordinario. Os puedo asegurar que está muy bueno, con sabor de café y de ron, pero todo muy suave, muy fino. Por cierto, os recomiendo haceros vosotros mismos los melindros que no cuesta nada. Uno postre con el que siempre quedaréis bien.
20 melindros
500gr. queso mascarpone
4 huevos
4 cucharadas grandes de azúcar (o edulcorante si queréis rebajar calorías)
medio vasito de ron
2 tazas de café (puede ser descafeinado pero siempre de máquina expreso)
Variantes:
Podéis hacer el tiramisú sin claras
Podéis añadir un poco de azúcar al café
Podéis incorporar más ron al café
Podéis intercalar capas de cacao en polvo
Podéis hacerlo en una bandeja grande y cuadrada o con vasos pequeños individuales
Podéis incorporar nata a la mezcla de mascarpone y dar una textura más consistente
Se puede sustituir el ron por Amaretto di Saronno o combinarlos
Hay versiones con nata montada, pero no las recomiendo. El auténtico tiramisú no lleva
Como os decía, a mí me gusta hacerme los melindros.
Además es bastante divertido hacerlos.
... con las tiras de papel... y el azúcar glacé...
... y una vez fríos ya los podréis utilizar para hacer el tiramisú. De lo contrario, compradlos en la pastelería.
Lo que os decía antes, yo he utilizado mascarpone Galbani...
y sale muy bueno.
Separad las yemas de las claras. Ponedlas con el azúcar (o edulcorante) y lo batís.
Tenéis que obtener una mezcla esponjosa.
Ahora, incorporad el mascarpone y lo removéis de nuevo.
Añadid también el ron...
Poned la cantidad que os guste, pero medio vasito es más que suficiente. Lo mezcláis todo junto hasta obtener una mezcla cremosa.
Ahora, montad las claras a punto de nieve con un poco de azúcar e incorporadlas poco a poco a la mezcla anterior hasta obtener una masa homogénea.
Lo reserváis.
Preparad un café expreso de máquina, de los buenos.
Lo vertéis en un recipiente...
donde tenéis que bañar los melindros. Con un par de segundos por cada lado es suficiente.
Veréis cómo el melindro tiene un gran poder de absorción. Es posible que necesitéis un segundo café, según las cantidades que hacéis. También podéis añadir un chorro de ron al café y un poco de azúcar o edulcorante.
Yo he utilizado unas copas de helado, pero mejor recomiendo utilizar vasitos pequeños bajos, de postre.
El melindro se hará casi una pasta que tenéis que repartir bien para definir la primera capa. A continuación, incorporad una capa de la crema de mascarpone.
Haced lo mismo de nuevo, una nueva capa de melindros mojados...
... y otra capa de crema de mascarpone.
Para acabar, utilizad cacao en polvo para decorar el tiramisú.
Haced uso de un colador pequeño...
... y cubrid toda la copa de cacao.
Finalmente, sólo os quedará darle un toque verde con una hoja menta o alguna pieza de chocolate.
Las capas no tienen por qué quedar definidas, todo lo contrario, esta es la gracia de servir así el tiramisú.
Reservadlos en la nevera un mínimo de dos horas.
Y ya lo podréis servir. Fijaos que el cacao ha absorbido la humedad y se ha oscurecido.
Ya tiene aquel agradable color del tiramisú, ¿verdad? y por dentro está suave, excelente de sabor.
¡Buen Provecho!