Una receta de tortilla, sí. Y es que parece fácil hacer una tortilla... pero que levanten la mano los que sepan hacer una tortilla francesa como Dios manda... ¿Eh? Un respeto a las tortillas, pues. A mí me cuestan todavía.
¿Cuántas tortillas de espinacas le hizo mi madre a mi padre?... no lo sé, pero gracias a una de ellas... hoy en día me gustan las espinacas. De hecho, diría que es la verdura que más me gusta. Ya sé que es una receta muy sencilla, pero al igual que he hecho con otras recetas como el pan con aceite y azúcar, quiero que tengan su lugar en este recetario, pues tienen su relevancia dentro del menú diario de todos nosotros/as.
Por lo tanto, os dejo con esta sensacional tortilla de espinacas... que siempre hago para cenar y acompañada de unas rebanadas de pan con tomate... bien empapadas con aceite de oliva virgen extra... de ese bueno. Muchas veces las cosas más sencillas... son las que más se disfrutan. Son todo un lujo. Y no dejéis de aprovechar la temporada de espinaca fresca... que va de noviembre a enero/febrero, nada que ver con las congeladas.
4 huevos normales (o 3 grandes)
500 g de espinacas frescas
aceite de oliva
agua
sal
Variantes:
Podéis añadir una cucharada de levadura química en polvo (Royal o similar)
Primero tenemos que lavar las espinacas. Es el proceso más importante a la hora de trabajar con espinacas: su limpieza.
Tenéis que saber que tienen mucha arena y los tenéis que sumergir en agua y limpiar, casi hoja por hoja.
¿Veis la arena que queda?... y porque mucha ya se ha marchado por el fregadero.
En un cazo no muy grande, pondremos a hervir las espinacas. Tienen un volumen importante, ciertamente, pero una vez hervidas se quedan en una quinta parte (o menos) de lo que eran. Por eso, parece que no pueda caber toda esta espinaca en esta olla. Paciencia y fe. A medida que se va calentando la hoja... va perdiendo volumen... y al final cabe todo. Lo dejaremos hervir unos 8-10 minutos.
Lo pasaremos por un colador..
... y enfriaremos las espinacas con agua fría... para cortar la cocción.
Ahora es cuestión de ir presionando las hojas con un tenedor para extraer toda el agua.
Yo he utilizado 3 huevos, pero porque son de la medida XXL.
El huevo bien batido... y si queréis... le tiráis una cucharadita de levadura en polvo.
Ahora salteamos las espinacas con un chorrito de aceite y sal.
Una vez hechas... las mezclaremos con el huevo.
Y ahora lo coceremos todo unos minutos por cada lado.
Utilizaré una "tortillera" de estas, una tapa de madera que, ciertamente, va de maravilla para darle la vuelta.
Y venga, media vuelta, con mucho cuidado.
... con el tiempo le cogeréis el truco a las tortillas... y el puntillo aquel de dejarlas como a cada uno le gustan más. Yo siempre trato de dejarlas tostaditas por fuera y más crudas por dentro.
Perfecto, ya la tenemos cocida.
Ya la podemos servir.
Claro está, con pan y tomate, y un vaso de vino, va. ¡Buen provecho!