Las cenas de otoño pueden ser maravillosas. Nuestra tierra nos provee de una excelente materia prima de temporada, como las setas, y tenemos que aprovecharla bien. Y sin dedicar demasiado esfuerzo, podéis hacer esta tortillita de setas que tanto os hará amar la cocina. No escatiméis con la calidad de los huevos para preparar una tortilla, ni tampoco con el pan con tomate. El de hoy, es de esos platillos que hacen que te apetezca cenar a casa, todos juntitos, que en la calle empieza a hacer fresquito de noche. ¡Vamos!
400 g de níscalos (rovellons)
300 g de trompetas amarillas (camagrocs)
6 huevos L
aceite de oliva
perejil fresco
1 ajo laminado
sal
Variantes:
- Podéis añadir tacos de jamón
- Podéis incorporar todo tipo de setas
- Se puede hacer más o menos la tortilla (al gusto)
Preparad las setas.
Ya sabéis que los níscalos o mízcalos se tienen que limpiar con un trapo húmedo, ya que no conviene mojarlos demasiado. Revisad también que no haya "habitantes".
Los cortáis a trozos y limpiáis también las trompetas amarillas, que solo hay que retirarles la parte inferior o raíz.
Ahora, calentad una sartén con un chorrito de aceite de oliva, tiráis un ajo laminado y seguidamente ponéis las setas. Saladlas un poco.
Mientras se hacen las setas, romped los huevos en un bol.
Debéis batir ligeramente los huevos, pero no demasiado. Y los saláis.
Cuando las setas hayan perdido toda el agua y empiecen a dorarse, echad un poco de perejil fresco picado.
Ahora, vertedlo dentro de los huevos.
Lo mezcláis bien y lo dejáis reposar unos 10 minutos.
A continuación, calentad una sartén con un pequeño chorrito de aceite de oliva y haced la tortilla.
A los pocos minutos, le dais la vuelta. Dejadlo a vuestro punto de cocción preferido.
Mientras se acaba de hacer, preparad un poco de pan con tomate, pan del bueno, ¿eh?
Y ya la podéis servir bien calentita. ¡Buen Provecho!