Os presento un plato asiático muy recomendable, sobre todo para servir como segundo. Muchos ya conocéis mi predilección por esta cocina y, con tres o cuatro ingredientes básicos, veréis cómo podéis elaborar unos platos bastante auténticos. Estas gambas, pueden ser más o menos picantes y es interesante acompañarlas de un poco de arroz o fideos. Es de aquellos platos que enseguida entran por la vista y más si sabes que las gambas son de buena calidad. Podéis utilizar la gamba o langostino que queráis, pero es importante que sean de tamaño bien grande. No hace falta ni que sea fresca, puede ser congelada. Lo podéis hacer con gamba congelada pelada si, pero creo que el sabor de la gamba pelada no tiene nada que ver con el sabor de una gamba que tú mismo pelas en casa.
1 kilo de gamba grande (gambón)
1 cebolla pequeña picada
una cucharadita de harina de maíz disuelta en agua
aceite de oliva
Para el adobo de las gambas
1 trozo de jengibre fresco picado
3 dientes de ajo picaditos
un chorro de vinagre de arroz
1/2 vaso de soja
1 cucharada de azúcar
1 guindilla picada
pimienta negra
sal
Variantes:
- Podéis incorporar almendra o cacahuete tostado
- Podéis hacerlas picantes o sin picante
- Si no tenéis vinagre de arroz podéis obviar el ingrediente
- Si no tenéis jengibre fresco podéis utilizar una cucharadita de jengibre en polvo
Preparamos todos los ingredientes.
Primero tendremos que picar el jengibre.
... y picadlo bien pequeño.
Picaremos también una cebolla pequeña.
Y un par o tres de ajos.
Ahora, tenemos que pelar las gambas.
Con mucho cuidado, tenéis que retirar toda la piel menos la cola.
Que os queden así.
Ahora le tenéis que hacer un corte en el lomo....
... este corte os permitirá retirar los intestinos de la gamba. Además, este corte hará que la gamba se abra durante la cocción y tenga así un aspecto más voluminoso y agradable a la vista.
Ponedlas en un cuenco... y pimentadlas.
Podéis poner una pizca de sal, pero no demasiada...que la soja ya lleva.
Verted el jengibre.
También el ajo y la guindilla bien picados.
Añadiremos una cucharada de azúcar, que contrarrestará el exceso de picante.
Ahora añadiremos el vinagre de arroz... que también contribuirá a amalgamar sabores y reducir el picante. Pensad que no es lo mismo poner menos picante que poner picante y frenarlo con otros ingredientes. Los sabores y matices son importantes. Aun así, hay que decir que cuando ponemos picante... el resultado será picante.
Echamos la medida de un tapón.
Por último, la salsa de soja...
... un buen chorro, como medio vaso aproximadamente...
Ahora removedlas bien. Que se impregnen de este adobo.
Dejadlas en adobo unos 15 minutos. Removedlas un par a veces.
Mientras tanto, preparamos el resto de ingredientes de nuestro wok.
Disolveremos una cucharada de harina de maíz con un poco de agua, 1/3 de vaso aprox. Eso lo incorporaremos al final de la cocción, para sellar sabores y ligar la salsa.
Este adobo que nos queda lo podéis aprovechar para hacer el sofrito de otro wok de fideos o arroz. No conviene conservarlo demasiado tiempo, ya que tenemos el caldo de las gambas.
Ya podemos acabar de hacer el plato. Cuando tengamos el wok muy muy y muy fuerte de calor... echaremos un pequeño chorro de aceite... y enseguida las gambas.
Removedlas suavemente, para no romperlas. Lo mejor es dar un golpe de muñeca al wok y hacerlas girar.
Enseguida cambiarán de color.
En este punto... incorporad la cebolla picadita. Le dais un par de vueltas más.
Y ya podemos incorporar la harina de maíz. Le dais un par de vueltas hasta que espese bastante.
Ya las tenemos para emplatar.
Servidlas inmediatamente a la mesa.
Si queréis, podéis echar un poco de cacahuete frito o almendra tostada... que aportarán un toque crujiente.
¡Buen provecho!