Os traigo un plato extremadamente sano, rápido de hacer y, como todos los woks, exótico: el wok de verdura, champiñones y gambas. Y es que ya hace bastante tiempo que estoy estudiando la cocina asiática... que me atrae mucho. Es uno de aquellos platos que te comes muy a gusto, sobre todo porque está muy bueno de sabor y porque sabes que el cuerpo también te lo agradecerá.
1 pimiento rojo cortado en tiras
1 cebolla cortada a trozos
4 espárragos verdes cortados
250 g gamba pelada
15 champiñones (aprox.) cortados en láminas gruesas
6 o 7 ajos tiernos cortados en tiras
1 cucharada de salsa de Soja
1 cucharada de salsa Sukiyaki
1 cucharada de cilantro en grano
1 cucharada de pimentón picante
1 cucharada de jengibre en polvo
zumo de una lima
aceite de oliva
1 vaso de agua
1 cucharada de harina de maíz 'Maicena'
sal
Variantes:
Podéis usar leche de coco en lugar de agua con Maicena
Lavamos bien los champiñones.
Los cortamos en láminas más bien gruesas.
Cortamos también la verdura.
Las gambas, bien limpias.
Ahora le tiraremos una pizca de jengibre molido por encima...
... las removemos...
... tiramos un poco de pimienta negra molida...
... un poco de pimentón picante también...
... una cucharada está bien, pero depende de si os gusta mucho el picante o no...
... ahora el cilantro, que le aportará muy buen aroma...
... una cucharada también... y lo removemos de nuevo. Lo dejaremos un rato reposar.
Mientras, calentamos el wok con el fuego al máximo (lo siento por los que tengáis vitrocerámica), y con unas gotas de aceite y una pizca de sal, saltearemos los champiñones. Con un golpe de muñeca... podéis darle la vuelta, si no con una espumadera. Los reservaremos.
Hacemos lo mismo con todas las verduras.
Utilizaremos la salsa sukiyaki, muy adecuada.
Aproximadamente una cucharada.
Y cuando empiece a tener un poco de color, la reservamos también. La idea es que quede un poco crujiente, así que no dejáis que se ablande mucho la verdura.
De nuevo, con unas gotas de aceite, saltearemos las gambas.
Veréis que se hacen en un abrir y cerrar de ojos. Removedlas constantemente.
Ahora preparad un vaso de agua con una cucharada grande de harina de maíz. Si el agua está a temperatura ambiente, no tendréis problema en disolverlo.
Ahora juntamos todos los ingredientes reservados.
Será el momento de añadir la soja...
... una cucharada también.
Y seguidamente, el agua con Maicena.
Veréis cómo inmediatamente toda la salsa liga y coge aquel brillo tan característico y atractivo de las comidas chinas.
Ya lo podemos servir.
Se tiene que cocinar y comer al momento. No es un plato que se pueda hacer con antelación, ya que las verduras tienen que tener un punto crujiente.
Ya me entra hambre otra vez. Acompañad el plato con fideos o arroz si queréis.
¡Buen Provecho!