Excelente y tradicional ensalada marinera. A mí me gusta mucho. Este plato requiere de una salsa denominada "Salsa de Romesco", receta que os recomiendo leer previamente, ya que la doy por hecha en este caso. Claro, la podéis comprar hecha, pero esta salsa, si la hacéis en casa, es mucho mejor, más sabrosa queda.
1 escarola
8 filetes de anchoas desaladas
50 g de bacalao deshilado y desalado
50 g de aceitunas arbequinas (o negros)
1 lata de ventresca de bonito o atún
aceite de oliva virgen extra
salsa romesco
Variantes:
Podéis incorporar una cebolla escalivada
Podéis aliñar el bacalao con un poco de vinagre de Módena y aceite
Se puede llevar todo a la mesa separadamente y que cada uno se monte su plato
Si se quiere picante se puede añadir una guindilla a la salsa
Se puede añadir una anchoa a la salsa
Se puede acompañar de tortillas variadas (de espinacas, de patatas, etc.)
El bacalao deshilado (o cortado en tiras pequeñas) lo podéis comprar salado el mismo día o el día antes.
Tendréis que lavarlo bien bajo el agua... para extraer toda la sal...
Y después lo tendréis que tener un par de horas en remojo, cambiando el agua un par de veces.
Una vez tengáis el bacalao desalado, ya podréis preparar la ensalada.
Yo utilizo aceitunas arbequinas, pero pueden ser negras o mezclar ambas.
Lavad bien la escarola.
Podéis aliñar la escarola con un poco de aceite de oliva.
La salsa de romesco, como os he comentado en la introducción, ya la tendremos hecha.
Y la ventresca de atún, que sea buena...
Yo gasto esta que me recomiendan... pero sale cara, a unos 5 euros la lata.
El bacalao lo podemos probar para asegurarnos que no esté demasiado salado.
Las anchoas, que sean buenas también. De la Escala o de Santoña, pero filetes bonitos. Pensad que es una ensalada que sólo lleva cuatro filetes... y hace falta que sean de buena calidad.
A mí, el bacalao, me gusta aliñarlo un poco con vinagre de Módena...
y aceite de oliva... pero no hace falta. Este proceso os lo podéis saltar, aunque recomiendo hacerlo.
El bacalao queda más apetitoso.
Cogemos un plato grande... y empezamos a montar: un poco de escarola... el bacalao...
un poco de atún...
las anchoas...
las olivas...
y por último, la salsa romesco...
Una buena cantidad.
Para acabar, y antes servir, un chorro de aceite de oliva por encima de todo.
Y ya lo podemos servir a la mesa.
Ummmm... Qué pinta, ¿eh?
Si os gustan los salados... es una ensalada espectacular.
Una vez, yendo de turismo rural, hice casi 20 platos de xató, que se montan rápido si lo tenéis bien preparado todo.
De segundo, un arroz negro... y todo el mundo quedó bastante contento. ¡Buen provecho!