Ricardo Costa es uno de los chefs portugueses más reconocidos internacionalmente. Es el jefe de cocina del restaurante The Yeatman, ubicado en el hotel de lujo homónimo, y regenta un establecimiento a tocar de Oporto donde ofrece una cocina de alto nivel a precios más contenidos: el restaurante Mira Mira. Una calidad en el servicio y la comida que le podrían valer una estrella Michelin en la próxima edición de la gala y que se ha consolidado como una de las apuestas gastronómicas de referencia en la ciudad portuguesa.
Un entorno amable
El restaurante Mira Mira está ubicado en la orilla izquierda del río Duero, en el municipio de Vilanova de Gaia. Estamos acostumbrados a que un río atraviese una ciudad por el medio, y que a ambos lados el municipio sea el mismo. París con el Sena, Londres con el Támesis, Tortosa con el Ebro o Lleida con el Segre. Pero el caso de Oporto es muy particular. A un lado del Duero tenemos Oporto, y al otro Vilanova de Gaia. Un matiz enrevesado, pero que nos será útil para referirnos a cuál de los dos lados del puente de Luis I nos encontramos.
Vilanova de Gaia se caracteriza por dos cosas: la cultura y la gastronomía. Además de las decenas de bodegas que llenan la orilla izquierda del río, donde se elabora el mejor vino de Oporto del mundo, la ciudad de Gaia cuenta con uno de los distritos gastronómicos y culturales más potentes de Europa: el World Of Wine (WOW). Diferentes museos dedicados al vino, desde su elaboración hasta la fabricación de los tapones de corcho o la producción de los diferentes tipos de botellas, llenan un recinto comercial, cultural y repleto de restaurantes. Entre ellos, el Mira Mira de Ricardo Costa, el más gastronómico de todos.
Las mejores vistas de la ciudad
Entramos al restaurante. A pesar de saber que el lugar es refinado y tiene cierta categoría, la recepción es amable y próxima. Un pequeño recibidor donde dejamos las chaquetas da paso al comedor, un espacio no muy grande, con capacidad para unos cuarenta comensales, que parece más amplio de lo que es gracias al efecto del espejo de la pared del fondo. Música tranquila, una luz cálida y suave y unas mesas sencillas y elegantes visten una sala donde se respira calma. A mano derecha, las ventanas dibujan un paisaje idílico, con los tejados rojos de Oporto y el puente de Luis I presidiendo unas vistas inmejorables de la ciudad.
Música tranquila, una luz cálida y suave y unas mesas sencillas y elegantes visten una sala donde se respira calma
Nos sentamos, llega la carta, y decidimos qué cenaremos. Un festival de nombres curiosos, en inglés y en portugués, que a pesar de ser complicados, se pueden llegar a entender. Se supone que estamos a la versión económica del restaurante del chef Costa, pero las dos opciones de menú degustación, una de 4 platos y una de 8, cuestan 90 y 150 € respectivamente. Y eso sin contar el maridaje, con cuatro opciones entre los 60 y los 150 €. Pero si comparamos estos precios con los del restaurante Yeatman, con un menú degustación de 250 €, cobra sentido la teoría del restaurante 'barato'.
Lo mejor de cada casa
La cena empieza con un par de entrantes y un espumoso para abrir boca. La sumiller del restaurante nos explica el maridaje y los camareros nos hacen cinco céntimos de las presentaciones que van llegando. Platos sofisticados, rápidos de comer y que esconden un universo de sabores que parece mentira que quepa en tan poca cantidad. En total, ocho platos y seis vinos. Escogemos el menú largo y el maridaje bueno (el mejor, malo no hay ninguno), más los postres y los entrantes de cortesía.
Una opción de pescado, una de carne, verdura, frutas e incluso un plato de pan. Lo mejor de cada casa servido con una presentación impecable. Un menú degustación que lo toca todo. Como platos más destacados, la tostada de foie gras y el corte de corzo. Dos elaboraciones relativamente sencillas, cocinadas de forma excelente, al punto justo de cocción y a la temperatura perfecta. Una delicia para los sentidos, desde la vista hasta el gusto, que preceden la estrella de la cena: los postres de helado de mascarpone con arándanos y frambuesas. Un plato divertidísimo que, de verdad, emociona.
La experiencia en el Mira Mira de Ricardo Costa es la opción más gastronómica que puedas encontrar en el distrito WOW. Dejando de lado las estrellas Michelin, es una alternativa relativamente económica para disfrutar del alta cocina de un chef de talla mundial. Una calidad de primera con unos precios 'contenidos', pero igualmente elevados.