En Barcelona, entre ruido de Gal·la Placídia y el del mercado de la Llibertat hay una calle brevísima dedicada a Milton, el genial autor del poema épico Paradise Lost, donde narra punto por punto la rebelión de Lucifer, el ángel caído, trenzada con la historia de Adán y Eva. También para no querer pasar por el enderezador, en el 2010 Armando y Mei fueron a parar justo en medio de esta calle y abrieron Interior de Té, que se ha acabado convirtiendo en todo un referente del té de autor en la ciudad.
Interior de Té: rabia de la buena
La chispa original es la misma: la rabia. Cuando Mei llegó de China, no conseguía encontrar trabajos dignos porque era inmigrante, y ante esta injusticia que sufren tantas y tantas personas unieron fuerzas con Armando y se inventaron un trabajo hecho a medida: ya que Mei es de Fujian, una provincia china con una tradición milenaria en el cultivo del té, decidieron abrir un negocio de importación del bueno y mejor del té chino.
Al principio se instalaron en un local chiquitín donde antes una practicante ponía inyecciones a la gente del barrio, y cuando vieron que el bar del lado terminaba lo cogieron para poder hacer degustaciones aparte de vender té. Era el año 2012. Tuvieron un hijo y Armando, que hasta entonces había trabajado de periodista, sustituyó a Mei en la tienda. Fue entonces que se dio cuenta de que aunque en la ciudad no había una gran tradición de té, sí que despertaba mucho interés y simpatía y que la gente tenía ganas de aprender. He ahí uno de los puntales de Interior de Té: acercar la cultura del té a todo el mundo que venga a tomar o comprar. Armando estará encantado de explicarte con pelos y señales los diferentes tipos y elaboraciones, su historia y ceremonias. Saldrás con un puñado de nuevas palabras (tie guan yin, pu-erh, polifenoles), recomendaciones metodológicas y un asesoramiento personalizado teniendo en cuenta gustos o necesidades de salud.
Fue entonces que se dio cuenta que aunque en la ciudad no había una gran tradición de té, sí que despertaba mucho interés y simpatía y que la gente tenía ganas de aprender. He ahí uno de los puntales de Interior de Té: acercar la cultura del té a todo el mundo que venga a tomar o comprar
Mei va un par de veces al año a Fujian y otras provincias chinas a visitar productores, comprar diferentes variedades de té y seguir formándose: ahora al lado del local de degustación tienen otro donde hacen cursos y talleres del mundo del té y sus ceremonias. Mei también se da buena mano en la cocina y hace unos pasteles y dulces deliciosos, sobre todo la galleta de té verde (2,5 €), generosa, crujiente, nutritiva y sabrosa, con alma danesa y corazón|coro chino. Y si tienes ganas de salado, hace tres platos caseros según la receta familiar: gyozes, enraman y fideos, al momento y con mucha gracia.
9 mesas de madera y un silencio nebuloso
Interior de Té son 9 mesillas de madera y un silencio nebuloso, sin televisión ni hilo musical: un abrigaño ideal. Puedes tomar tés extraordinarios (sobre todo chinos y japoneses) con todo su menaje preciso y delicado de tacitas, termo, coladores y teteras de mil tipos según el té que quieras, con un abanico de precios que va de los 3,5 € a los 25 € la tetera (tratan con la casa Ippodo japonesa, que sirve a la familia imperial). Como saben perfectamente que uno de los ingredientes principales del té es el tiempo, de cada tetera puedes hacer muchas tazas, que te puedes ir tomando tranquilamente. Y si te pones a charlar con Armando, puedes empezar hablando de etimología china (una de las explicaciones del origen de la palabra oolong tiene que ver con la forma de su hoja, que es negra y parece un dragón), pero quizás acabas charlando de Johnny Thunders, porque Armando trabajó en el mítico local madrileño Agapo y te puede comentar un puñado de anécdotas fabulosas del mundo del rock & roll.