Aquella sorprendente sensación de estar en Barcelona, donde viven casi dos millones de habitantes, y al mismo tiempo tener pequeños y contados espacios donde sentirse como en un pueblo. Este sería un resumen sensorial de mi visita al bar Plan B (calle de Borgonya, 14), después de acercarme un jueves por la noche. Situado en Nou Barris, en el barrio de la Guineueta, es una zona poco frecuentada que disfruta, según mi opinión, del privilegio de tener el mar a unas pocas paradas de metro y los turistas bien alejados.

Es cien por cien la esencia de un bar de barrio para la gente de barrio. Precios populares, trato personal (aquello tan característico de bar de pueblo de entrar por la puerta y que te saluden por tu nombre y que la gente de Barcelona ya no sabe qué es) y una calidad más que notable tanto de los cócteles como de las tapas que se sirven. El dúo conformado por Paola y Luis se encarga de subir la persiana del Plan B cada noche del jueves al domingo para alimentar a su barrio, pero también para conocer las preocupaciones de su gente y ponerse al día de las novedades cotidianas de cada uno.

Plan B 12 restaurando / Foto: Carlos Baglietto
El matrimonio de Paola y Luis / Foto: Carlos Baglietto

Plan B abrió en el 2017 bajo la feroz competencia de una calle llena de bares y restaurantes que poco a poco se han ido apagando hasta homogeneizarse del todo. Un lugar de pizzas es lo único que resalta de una zona rebozada de bares chinos que solo sirven las mismas bravas, en una despersonalización del concepto 'tapa'. Eso, claro está, hace que el local 12 de este matrimonio cuente con una clientela más gourmet y que no se conforma solo con la birra, el piti y las patatas bravas.

Plan B 12 restaurando / Foto: Carlos Baglietto
Tapas exquisitas del Plan B / Foto: Carlos Baglietto

En este ambiente familiar, de gente de barrio, se impone la comida latina con sabores catalanes. "Especialmente, son sabores provenientes de Venezuela, Colombia y República Dominicana", me explica Luis. Este binomio que se entiende a la perfección detrás y delante de la barra, ganó el concurso de tapas en el 2020 en un ejercicio de demostración del trabajo bien hecho y su recompensa.

Patatas gajo, pulled pork y alioli suave tradicional hecho durante dos horas es una de las tapas que se me presentan a mi llegada. Tequeños con una brutal salsa tártara son la continuación de esta oda a las tapas latinas con toques catalanes. El aguardiente con toques de maracuyá me seca la sed de los labios y me confirma el nivel de los cócteles del Plan B. Un segundo beber de maracuyá también, pero con gustos y sabores todavía mejores con menta, lima, fresa y toques ácidos, acompaña una especie de mini burgers de carne mechada, de pollo y de guacamole y verduras. ¡No sé con cuál quedarme, porque son espectaculares!

Plan B 12 restaurando / Foto: Carlos Baglietto
Hamburguesas irresistibles en el Plan B / Foto: Carlos Baglietto

Además, el conocimiento sobre cócteles y maridajes es altísimo, gracias a Paola que es bartender desde hace siete años. "Aconsejamos siempre qué cóctel maridar con cada plato y tratamos de explicar por qué aquel cóctel es el que casa mejor con los nachos", me comenta.

Plan B 12 restaurando / Foto: Carlos Baglietto
Paola es bartender desde hace siete años / Foto: Carlos Baglietto

Luis, nacido en Santo Domingo, y Paola, nacida en Venezuela, migraron a Barcelona cuando eran muy y muy pequeños. El paso de los años los ha llevado a conocer y formar a una familia con hijos y el Plan B, otro hijo de este matrimonio que hacen las cosas pausadas y muy bien hechas, como los cursos que ella organiza dos jueves de cada mes sobre cócteles moleculares. Si te quieres acercar a Nou Barris, apúntate al plan A, es decir, una visita y una cata del excelente Plan B de la Guineueta. ¡Salud!