Muchas veces son la excusa para hacer un encuentro con amigos o desconectar del estrés del día a día. Sí, hablamos de las patatas bravas. Aquel entrante o picoteo que enamora a todo el mundo y que comemos siempre, haya hambre o no, para comer, cenar o entre comidas. Prácticamente, todos los locales de Barcelona ofrecen. A continuación, sin embargo, te traemos 5 bares de Barcelona donde comer unas excelentes patatas bravas.

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5 bares de Barcelona donde comer patatas bravas

Las mejores patatas bravas en Barcelona es una afirmación que no nos atrevemos a precisar con exactitud milimétrica. Es un producto, aparentemente, sencillo y simple, pero que esconde mil y una maneras diferentes de cocinar el plato. Las patatas bravas tienen variaciones en la salsa, en la forma de las patatas, en el punto de cocción, si las sirves con piel o no, y muchas variaciones más.

Xampú Barcelona

Elegantes dados de patata de la variedad agria, sin piel, y de tamaño medio-pequeño. Después de pelarlas y trocearlas, se dejan un poco en agua, se borran, se apartan, y esperan hasta el pedido. En aquel momento, se someten a un tsunami de aceite quemando que las deja como panellets, crujientes por fuera, y tiernos por dentro. En Xampú Barcelona dominan las tapas creativas, pero la clásica de las bravas los hace despuntar.

📍 Gran Via de les Corts Catalanes, 702

BarraVas

Situado en una calle de aquellas míticas para aquellos que han recurrido Gracia de cabo a rabo en días señalados y no tan señalados. Zona de bares, que quizás ha estado más on fire en épocas pretéritas, pero que cuenta con algunos lugares que bien merecen una visita, como BarraVas. Ponen una ración generosa de una patata de la variedad agria en bloques gigantescos, según el día, que hacen en dos tandas: uno primero calentado o confitado, y una inmersión en aceite rápido. Así se consigue esta corteza tan deseada por los vecinos que hartan el local desde que abrieron.

📍 C/ de Mozart, 16

Bar Tomás de Sarrià

En el corazón del emblemático barrio de Sarrià, en medio de la calle Major, está el Bar Tomás. Uno de los sitios que sigue destilando el ambiente de antaño, el de las antiguas bodegas tradicionales y de las tapas hechas a fuego lento. Era evidente que este lugar mítico de patatas bravas no podía faltar en esta lista. Con una larga barra para albergar a los que la prefieran y paredes con cuadros de grandes marcas, los comensales son testigos del trasiego de los camareros, los que van de aquí hacia allí, con amplias sonrisas, sirviendo en las mesas las conocidísimas bravas, reclamo para todos los que recorren la ciudad condal.

📍 C/ Major de Sarrià, 49

Tapeo

Las cocinas mediterránea y de nuestra casa son excelentes en Tapeo. Los clientes mencionan que puedes pedir aquí con confianza unas atrayentes tapas, destacando sobre todo las patatas bravas. Puedes pedir el pudin casero de pan, su delicado pulpo asado y su singular crema catalana. La carta de vinos es muy extensa: hay que satisfacer las necesidades de todos los visitantes. Aquí puedes tomar un magnífico zumo, una estupenda tónica o un delicioso café americano.

📍 C/ de Montcada, 29

Cata by Catacroquet

El chef corta en cubitos o pequeños cubos la patata de la variedad agria hasta una talla bastante pequeña, y después los calienta hasta dejarlos cremosos. Finalmente, los remata con aceite en 180 °C justo antes de poner la salsa. Solo por su nombre ya es evidente que destacan en el entrante de las croquetas, pero no muy lejos de esta excelencia se sitúan las patatas bravas de Cata by Catacroquet.

📍 C/ dels Almogàvers, 211