Los corazones de los barrios y distritos de Barcelona se llenan los jueves por la noche de pasajeros que buscan una experiencia culinaria única. El miércoles, jueves y sábado son, seguramente, los días por excelencia para probar suerte. Yo era uno de estos que dejaba el azar conducirme por las calles de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera. Izquierda, derecha y me cruzo con una plaza aceptable en la cual destaca un único cartel. El nombre me recuerda a un artículo que escribí sobre cervezas artesanas y, esperanzado de acompañar una buena comida con una buena cerveza artesana, atravieso la puerta de entrada.

Barna Brew Born: acento noruego en unos platos y bebidas catalanes

Un rincón acogedor, una barra larga y unas paredes blancas se fusionan con una piedra auténtica difícil de encontrar en Barcelona hoy día. Así es el Barna Brew Born (c/ de les Basses de Sant Pere, 10, bis), un lugar de bocadillos y cervezas artesanas, eso no tienes ninguna duda tan solo con 60 segundos de presencia en el bar. Este interesante santuario gastronómico es mucho más que un simple local: es un refugio para los amantes de la buena comida y el bueno beber. Su carta de vinos naturales y cervezas artesanales deleita los paladares más exigentes, con combinaciones inteligentes y acertadas de bocadillos, croquetas y tablas de quesos y embutidos.

Barna Brew es un proyecto pionero en Barcelona que nació en el 2017, fruto de la pasión de dos amigos, Alex Lazarowicz y Dimitris Tsaousis, por la cerveza y su elaboración. Abrieron en Sant Antoni su brew pub, y pronto se popularizó entre los amantes de la cerveza artesana porque en la calle de Parlament, 45, se producía cerveza belga artesanal de gran calidad con un moderno twist: miel de azahar, haba tonka, pimienta de Sichuan o laurel eran ingredientes en sus elaboraciones que desafiaron los paladares más refinados... y los conquistaron. Y no solo la clientela, también los expertos, ganando dos prestigiosas medallas de oro en el Brussels Beer Challenge, cuna de la elaboración de esta familia de cervezas.

Platos destacados, y que no falte el beber / Foto: Cedida

Este brew pub, que pronto añadió la comida para acompañar su selección de cervezas, empezó a frecuentarse por todo aquel que disfrutara de buenos bocadillos y tapas, mientras probaba y aprendía sobre la cultura cervecera. Un proyecto boutique que ahora aterriza en el Born y da un paso adelante en su evolución. En este nuevo local, en el corazón del Born antiguo que conecta con el Eixample, las puertas se abren a una oferta gastronómica más personal y a la incorporación de una esmerada selección de vinos naturales, fruto de la incorporación de Chris Grenness al proyecto, sin faltar las celebradas referencias de cerveza Barna Brew. Por cierto, en Grenness es un genio noruego que llegó a Catalunya hace 15 años y habla un catalán perfecto.

Las tapas, por sí mismo, son (además de una categoría) la definición de un perfil de comer muy concreto. Fieles a la esencia de las tapas, la carta de Barna Brew Born propone desde suculentas croquetas a una ensalada rusa clásica (con la ventresca de atún), sin faltar alguna propuesta de ensalada que varía de ingredientes según la temporada. No falta tampoco ningún otro hit de los bar à vinos: las tablas de quesos de proximidad o de embutidos ibéricos de la más alta calidad, conformando una experiencia elevada para los amantes del consumo de vinos más clásico y de corte francés.

Uno de los bocadillos estrella del Barna Brew Born / Foto: Cedida

Pero la apuesta es a las maravillas de autor, o como ellos mismos llaman, "guisos entre panes". "No hemos inventado la sopa de cebolla", explica con una sonrisa Alex Lazarowicz, "pero sí que hemos conectado el guiso con el pan que siempre se tiene que mojar en la salsa para ofrecer bocadillos gastronómicos suculentos". El clásico del mar y montaña, las albóndigas con sepia, el pollo a la catalana (con sus indefectibles ciruelas y orejones) o la fabada asturiana encuentran en el pan artesanal de Can Bargalló o Forn La Panacée el aliado perfecto para mostrarse ante el comensal como el bocadillo perfecto. Sabroso, equilibrado, con la miga mojada de los sabores del guiso pero con el crujiente del pan intacto: una oda al sabor tradicional llevado a un formato informal universal: el bocadillo.

Una oda al sabor tradicional llevado a un formato informal universal: el bocadillo

En la sala, Aldo Romeu completa el trío responsable del nuevo camino de Barna Brew en el Born, con una importante apuesta por la gastronomía líquida: las cervezas más celebradas de Barna Brew (la de trigo belga, la tostada, la IPA belga o la Pilsner) estarán presentes en 5 de los 10 tiradores y los vinos naturales, en la nevera mostrador que recibe al comensal, nada más entrar. Hemos seleccionado unas 75 referencias, explica Grenness (quien es conocido en Barcelona por su proyecto Wine Secrets Barcelona reciente), con un predominio de los vinos naturales de bodegas de proximidad y un precio contenido, entre 18 y 45 € la botella.

De estas 75 referencias, 15 irán eructando para estar disponibles por copas, a un precio de salida de 4 € por copa. Toda una oportunidad para quien se interese por las novedades en el sector de los vinos naturales, con opciones a disfrutar de blancos, negros, orange y espumosos. Las cervezas, por su parte, oscilan entre los 3,20 € (la caña) y los 6,90 € (la pinta). Y el ticket medio no será superior a los 25 euros. La antesala de un prometedor fin de semana, donde la comida se convierte en arte y la bebida en una experiencia sensorial. Es el lugar donde el sabor se convierte en memoria y cada visita es un viaje inolvidable.