Cuando pensamos en comer a primera línea de mar, lo primero que nos viene a la cabeza son los chiringuitos; espacios auténticos a pie de playa donde se hace cocina típica de mar. Pero los chiringuitos están al aire libre, solo abren en verano y están llenos de arena, así que si quieres disfrutar de una buena comida marítima, en cualquier época del año y sin renunciar a hacerlo en primera línea de playa, el restaurante Barraca de la Barceloneta es tu opción ideal.

Mesas en un mirador

El restaurante Barraca (Pº. Marítimo de la Barceloneta, 1) es uno de los clásicos del frente marítimo de Barcelona. Un local que reabre los fogones con una oferta mejorada que mantiene la esencia del restaurante antiguo. Se trata de un local abierto al mar; a pesar de no estar a pie de playa como un chiringuito, la terraza de fuera y la planta baja abierta a la calle invitan a los paseantes a ocupar las sillas. Lo mejor, sin embargo, se esconde en el segundo piso. Un comedor amplio, con muebles de madera, una cocina abierta al fondo y unos ventanales con vistas en el mar son el escenario ideal para hacer una buena comida en familia. Se trata de un comedor renovado y luminoso que incluye un pequeño espacio de terraza en un rincón del segundo piso.

La ubicación idónea del restaurante viene acompañada de una gran calidad de la comida que se sirve

El comedor es cálido y luminoso. / Foto: Cedida

El chef Marcos Bautista y su equipo son los encargados de hacer magia en la cocina. Una de las particularidades más curiosas del Barraca es el servicio de pescado bajo demanda. Con 24 h de antelación, los comensales pueden llamar al restaurante para encargar un pescado del mercado y que al chef lo cocine de la manera que se quiera: al horno, al orio, a la plancha, hervido... Un servicio muy habitual en la época de nuestros abuelos que ahora es casi imposible de encontrar en Barcelona.

Marcos Bautista es el chef del Barraca. / Foto: Cedida

Paseo turístico, comida fantástica

Que no os engañe la situación privilegiada del restaurante. Tendemos a pensar que los locales ubicados a primera línea de mar son lugares turísticos que sirven paella congelada. Pero nada más lejos de la realidad. La ubicación idónea del restaurante viene acompañada de una gran calidad de la comida que se sirve. En el Barraca tienen entrantes clásicos de todo tipo -como croquetas, ostras o la tradicional bomba de la Barceloneta-, pero el punto más fuerte de la carta son los arroces y los platos de pescado.

El cremoso de chocolate con corazón de avellana está de lo más rico. / Foto: Cedida

Mención especial para el cremoso de chocolate con corazón de avellana, un plato denso, intenso y sabrosísimo

El precio medio del local ronda los 40 €, bebida incluida. Lo más importante a la hora de pagar una comida es hacerlo satisfecho. Y en el Barraca se come muy bien. Tanto el arroz de pato como la paella marinera están cocidas al punto y con unos sabores equilibrados. El pescado -en este caso la lubina- no solo es tierno y sabroso, sino que viene acompañado de unas patatas al horno que redondean un plato buenísimo. La guinda del pastel, sin embargo, la ponen los postres. Son un poco caros, pero también son exquisitos. Mención especial para el cremoso de chocolate con corazón de avellana, un plato denso, intenso y sabrosísimo.