La carne de mamut es un sabor alcanzable solo al paladar mental. Aquel que, tal como explica Ferran Adrià, nos permite saborear los alimentos sin probarlos solo con la imaginación. Sin embargo, corren anécdotas divertidas sobre banquetes de carne de mamut supuestamente encontrados y degustados, aunque poco verosímiles. Lo que sí sabemos es que en Catalunya había mamuts, y que su carne conformaba la dieta de los cazadores-recolectores precatalanes. Esto lo demuestran el gran número de yacimientos y hallazgos de mamuts como el de Viladecans, el cual, divertidamente, ha inspirado el Vilamamut y la Mamuteta, dos figuras que animan la Fiesta Mayor del pueblo. El mamut más icónico de Catalunya, sin embargo, es indudablemente el del Parc de la Ciutadella; una estatua de hormigón impulsada en 1908 por el naturalista y multifacético Norbert Font para rememorar la presencia de estos animales en la ciudad condal.

Mamut del Parc de la Ciutadella / Canaan (Wikipedia)

A pocos metros del Mamut de la Ciutadella encontramos el Quiosco Bar del Parc, el mejor bar de Catalunya y, al mismo tiempo, también el más triste. El mejor para ser el bar de la Ciutadella, el jardín más importante y con más trascendencia histórica y simbólica del país; el mejor por su situación a los pies de la Cascada Monumental, un conjunto escultural intervenido por lo mejor de los artistas del momento y resguardado del ruido urbano; el mejor por su público, a caballo entre vecinos y vecinas, catalanes y catalanas, recién llegados y turistas de paso con ganas de recreo, disfrute y contemplación ... Y, al mismo tiempo, también el más triste por su arquitectura -un armatoste prefabricado que recuerda a un contenedor marítimo; el más triste por su desdichada oferta a base de alimentos ultra procesados, tales como helados, refrescos, snacks y gofres; y, en definitiva, el más triste por el contraste de su gran potencial con su penosa imagen.

"Cualquiera que aspire a mejor bar de Catalunya deberá convencer a la crítica con algún platillo único y original "

Sobre la personalidad de los bares

Hay bares y cafés sin alma, y otros, como aquellos que aspiran en el mejor bar de Catalunya, cono una gran personalidad. Cuando el carisma del personal se impone, el bar queda como secuestrado. Entonces, el lugar se convierte en algo íntimo y divertido hasta que el personal se jubila, o incluso muere. Hay también bares emblemáticos miedo su situación, miedo su edificio, mamposteas o muebles. De este tipo de locales tenemos bastantes ejemplos en nuestro país, algunos de ellos convertidos en auténticos souvenires, como los Cuatro Gatos. También hay un tipo de bar o de café donde un simple platillo custodia toda su identidad. En Barcelona, su conocidas laso patatas bravas del Bar Tomás, la ensaladilla rusa del Bar Michigan o la absenta del Bar Marsella. Pero en cada pueblo y ciudad de Catalunya hay un bar o un café cono un patrimonio gastronómico único; un sabor que no entiende de reformas, ni de encargados, ni de cocineros o cocineras virtuosas, y que se mantiene inalterable cono los años y se menester que sea así. Cualquiera que aspire en el mejor bar de Catalunya, más allá de la mejor camarera o del interiorismo más suntuoso, deberá convencer a la crítica cono algún platillo único y original.

"La Citadella se el jardín más importante y cono más trascendencia histórica y simbólica del país "

Cascada Monumental / Ayuntamiento de Barcelona

Un maridaje escultural

Cuando llegue el momento y el Ayuntamiento de Barcelona convoque la nueva licitación del Quiosco Bar de la Ciutadella, sugiero que las empresas concursantes, en el marco de su planteamiento gastronómico, propongan también un plato emblemático; uno que trascienda más allá de nosotros y eleve su singularidad al Olimpo de los bares catalanes. Me pregunto si, dada la omnipresencia del mamut sobre el quiosco que pareciera que lo cuide los ladronzuelos habituales del parque, este platillo no debería ser un croissant de manteca de cuernos descomunales mojado en una taza de café o de vino rancio. Por supuesto que los croissants de mantequilla son santos de mi devoción; pero, tratándose del Quiosco Bar de la Ciutadella, es preferible coger el croissant por los cuernos.