En Barcelona no tenemos nada en contra de Argentina, sino al contrario, pero es cierto que odiar cada nueva apertura de un local de empanadas argentinas se ha convertido ya en un tópico de la ciudad. Se pusieron de moda hace unos años, son prácticas y portátiles y, algunas, son muy buenas, pero es bien cierto que ya no cabe ni una más. Y que tampoco hace falta. ¿Ahora bien, dónde estan los locales de las muy nuestras empanadas gallegas? En Gracia acaba de abrir uno y se llama Fame.
La galaicocatalana es una de las conexiones gastronómicas más interesantes que nos ha llegado hasta nuestros días de muchas varias maneras. Una generación de gallegos buscando un futuro mejor aterrizó en Barcelona y montó toda una serie de bares que trajeron el pulpo a feira, los cachelos, el jamón asado, la larpeira y otros manjares a ser tapas comunes de la ciudad. Muchos de estos bares no han tenido relevo familiar, pero se mantienen, bastantes con las mismas recetas, gracias a una generación de la comunidad china barcelonesa que ha tomado las riendas.
Por qué hemos incorporado el hábito de comer pizza, ponemos, una vez por semana, y no un trozo de empanada gallega
Ahora, en nuestra casa, tenemos tradición en sitios como el restaurante Escairón e innovación como Taberna Noroeste, e incluso tiendas repletas de buen producto gallego, como Ego Galego. Son, precisamente, sus fundadoras las que han puesto los neones llamativos de Fame en la pequeña placita que hacen la calle de Sant Lluís, Alegre de Dalt i Pi i Maragall. La modernidad y la tradición se sientan en los bancos delante de FAME a hacer una empanada como es debido.
En Fame hay variedad para los omnívoros y también para los veganos. Ahora que es temporada, pruebo la de bonito y pimiento, y también me decanto por la de jamón asado. Las dos son sabrosas por dentro y por fuera: a menudo, quizás hemos comido empanada gallega con una masa insulsa y este no es el caso en absoluto. Mientras las como, pienso por qué hemos incorporado el hábito de comer pizza, ponemos, una vez por semana, y no un trozo de empanada gallega. ¡Quizás ahora que ha llegado Fame a la ciudad, se gira la tortilla y la tradición cambia! Y también, confieso, pienso en celebraciones donde pueda hacerme con todas las empanadas para compartirlas y probarlas todas.
Pero las opciones no se acaban aquí, sino que se alargan hasta llegar casi a la docena, con combinaciones como el pollo y los champiñones, el bacalao con pasas, el raxo con setas, la zorza con queso Arzúa, el churrasco o la col verde con tocino y chorizo. El pisto de verduras y los calçots con romesco son las propuestas veganas.
Cada porción, generosa como para satisfacer el hambre de una noche de agosto, va de los 7,75 € hasta los 9,95 €, y se sirve en una pequeña bandeja a fin de que te la puedas llevar cómodamente o comerla al momento. Se puede acompañar de un trozo de pastel del famoso Jon Cake, elaborados con quesos gallegos, y de bebidas sin, como uno de los refrescos de Caravelle, una Fritz-Kola o una kombutxa.