Barcelona se vacía en agosto y, por lo tanto, se convierte en el mejor mes del año para redescubrir la capital catalana. Con miles y miles de personas esparcidas por todo el mundo, los restaurantes de la ciudad quedan desiertos. Cuando menos, aquellos que no se concentran en las calles más concurridas son los establecimientos ideales para comer de calidad y con tranquilidad. Uno de estos espacios, ampliamente conocido por los residentes, pero no tanto por los forasteros, es el impresionante restaurante Nubar, que cuenta con una de las mejores terrazas de Barcelona para disfrutar durante el verano.

El restaurante Nubar: un clásico de Barcelona todo el año

El restaurante Nubar (antes, Nuba) se convirtió al cabo de pocos meses de abrir en un imán para la gente de la zona alta de Barcelona gracias a varios factores que se cuidaron hasta el último detalle, como su oferta gastronómica, la amplitud y comodidad de los salones y terrazas, la decoración esmerada y un gran ambiente en que las cenas se prolongan con una adictiva propuesta de copas y cócteles prémium y la mejor música del momento. De hecho, su gran éxito contribuyó a poner de moda la calle del Doctor Fleming donde se ubica la imponente masía remodelada por el estudio de Estrella Salietti que lo aloja.

El espacio interior resalta por la belleza decorativa / Foto: Cedida

Además de sus amplios grandes salones interiores, Nubar cuenta con una espléndida terraza y un porche anexo ideal para disfrutar el suave clima mediterráneo de la ciudad. Después de dos largos años muy duros para la hostelería por culpa de la pandemia, Nubar ya se encuentra con absoluta normalidad y sus horarios habituales, así como toda su huella, y se ha vuelto a convertir en un punto esencial para recuperar la esencia de la noche de Barcelona y su mejor ambiente lúdico.

Ambiente espectacular y carta de grandes éxitos

La cocina internacional de Nubar, con capacidad para 200 comensales, es uno de sus irresistibles argumentos que hace repetir una vez y otra a los suyos incondicionales que se saben la carta de memoria como la alineación del equipo preferido. Empezamos con unas ostras Amelie, un poco de jamón de bellota o uno variado de sushi directo, desde el raw bar. Seguimos con el legendario canelón de faisán foie y trufa, el tártaro de atún u otro clásico que sale a todos los rankings: los huevos rotos con bogavante. En los principales brillan el pulpo confitado con tocino y parmentier, las vieiras con alcachofas y jamón o el rodaballo con colmenillas.

El restaurante Nubar se ha vuelto a convertir en un punto esencial para recuperar la esencia de la noche de Barcelona y su mejor ambiente lúdico.

Con las carnes llega su tridente goleador: el steak tartar, la carrillera de ternera en la vainilla y el chuletón de ternera gallega. Y si todavía hay espacio para seguir otra trilogía memorable en los postres: el pastel de queso de melocotón, las texturas de chocolate o el helado de vainilla con toppings, especial para compartir. Un menú que tiene muy buena pinta y solo con una lectura ya hace salivar.

El exterior del restaurante a Nubar te invita a visitarlo / Foto: Cedida

Después de la cena, el ambiente se va animando en uno estudiado in crescendo. Se empiezan a pedir copas o cócteles prémium que se comparten en los salones o la gran terraza, escuchando una música que va como anillo al dedo, conectando con la gente de las otras mesas, mientras empieza el desfile de botellas entorchadas portadas por los camareros. Y es que la esencia de este local es saber transitar sin que te des casi cuenta de ello, desde sus deliciosas cenas a un ambiente festivo y de gran animación. El horario, por cierto, del miércoles al domingo de 20 h a 2:30 h de la madrugada.