A veces la clave es no esperarse nada, no tener las expectativas altas. De esta manera puedes salir satisfecho y con una sonrisa de oreja a oreja. Este fue mi caso cuando hace unos días fui a comer a La Simfonia, un pequeño restaurante de Girona del cual no tenía ninguna referencia.
Apartado a un lado de la plaça de l'Oli, queda eclipsado por el local que se encuentra en frente: el Normal, de los hermanos Roca. Ahora bien, a La Simfonia solo hay que darle una oportunidad para quedar fascinado de la comida que ofrece. De hecho, la oportunidad la acabas teniendo tú para disfrutar de unos platos que te deleitan con fervor. Un restaurante que, por cierto, cuenta con una tienda al lado mismo, también de su propiedad, donde se pueden comprar los mejores vinos y quesos. Hay un montón para escoger, todos de una calidad inconmensurable.
Algunos platos estrella
Periódicamente, van cambiando y actualizando los platos en función de los productos de temporada, pero el talento marca de la casa siempre está presente. Una pequeña muestra de lo que actualmente proporcionan y podréis encontrar en La Simfonia es un risotto de setas hecho al momento con cremoso de queso Comté. 25 minutos de cocción para que el paladar pruebe este arroz que se deshace en la boca mediante unos sabores exquisitos.
Previamente a este primer plato, para empezar a descubrir la monstruosa diversidad de sabores, es muy recomendable iniciar el menú con el surtido de 5 quesos. Desde sabores más suaves hasta los más fuertes, pasando por los salados. El queso es el rey de la casa La Simfonia. Tienen una amplia y variada selección de referencias de todas partes, y los surtidos son la mejor forma de hacer una cata de aquí y de allí.
Aunque en la carta hay algún pescado, lo que abunda más son las carnes. En concreto, destaca un sublime carpaccio de manitas de cerdo al horno con piñones y camarón rojo. La entrama de ternera con parmentier de patata a la trufa negra es un plato sofisticado, delicioso y presentado con una elegancia notoria. Ya por último, el postre que no puedes esquivar en La Simfonia es el brownie de chocolate sin nueces con mascarpone y frambuesas.
Una visita recomendada a Girona
No es Can Roca, no tiene ninguna estrella Michelin, pero seguro que de La Simfonia te marcharás con una experiencia muy satisfactoria. Más allá de la comida, el trato es correcto, la explicación de los platos, adecuada y precisa, y el ambiente es acogedor. De hecho, el aspecto negativo que tiene es la proximidad entre las mesas en un espacio realmente pequeño donde el aforo roza la treintena de personas. Eso sí, nada de niños pequeños. Todo lo contrario: un espacio adulto, confortable y un poco oscuro que invita a hablar en voz baja para dejar disfrutar y disfrutar de los platos. En el fondo, la comida es el protagonista de todos los actos.