Las pequeñas cosas esconden grandes tesoros. Eso es lo que la Cala Retama confirma cuando vas y te encuentras con un restaurante como el Punta Roca. Ubicado en Sitges, pero más en la parte del norte, al lado de Castelldefels, es un restaurante de playa a tan solo 10 metros del agua y en una cala encantadora. No abunda la gente, las toallas o los metros cuadrados de arena. Solamente existe una cosa que redunda en la Cala Retama: la excelente y variada gastronomía del restaurante oculto en esta cala paradisiaca.

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Unos escasos metros de arena, una decena de vagas y un agua cristalina y pura te dan la bienvenida en esta cala tan resguardada en el Garraf. De hecho, para llegar se tiene que aparcar el coche a un kilómetro de distancia y la única manera de llegar es caminante. Por todo ello, Punta Roca es un santuario donde el tiempo se detiene y las preocupaciones se desvanecen. Sumérgete a las impresionantes vistas del macizo del Garraf y déjate llevar por la tranquilidad de este idílico oasis.

Sabores auténticos y mediterráneos

La excelencia culinaria está en el corazón de Punta Roca, con un menú que muestra los vibrantes sabores del Mediterráneo. Tapas, carnes, marisco y pescados de lonja son los protagonistas de la casa, con muchas recetas preparadas en la brasa y un arroz de escándalo. En su acogedora terraza con vistas en el mar, cada comida se convierte en un viaje sensorial; una experiencia por saborear.

Costilla de vaca cocinada a 70 grados / Foto: Jordi Tubella

Quiero hacer valer la comida como elemento indispensable de disfrutar de un día de playa en su totalidad. Poder comer una cola de rape o una costilla de vaca exquisitas a pocos pasos del agua es de una suerte incalculable

Abierto esta misma semana, se suma a la lista de éxitos establecimientos ubicados en plena playa que ostenta el grupo Tibu-Ron en la costa de Castelldefels y Sitges. Punta Roca es toda la esencia del Mediterráneo, concentrada en un restaurante abierto al mar y a la playa, de alma de chiringuito, pero con una cocina de nivel con las brasas como protagonistas. No es Formentera, Menorca, Bali o Cayo Coco. Sin embargo, perfectamente, lo podría ser.

Un microclima clemente y una gastronomía de 10

Cala Retama. Apartada, protegida, recóndita. A un golpe de coche de Barcelona, pero trasladados al paraíso mismo. Una cala preciosa, a la cual se accede únicamente a pie y donde solo llega el sonido del vaivén de las olas, con vistas al imponente macizo de Garraf y con un microclima clemente, siempre agradable. No hay más. Arena, mar, cielo, rocas... y Punta Roca.

Cola de rape / Foto: Jordi Tubella

Punta Roca es el último establecimiento de Tibu-Ron Group, bautizado así en honor en su entorno y ubicación. Antiguamente, fue un chiringuito de los de toda la vida, pero el espacio acaba de ser remodelado con estética exótica, para recordar y transmitir esta mágica y relajante sensación de vacaciones, de escapada a la otra punta del mundo. La paz y felicidad te invade al momento: ¡cuesta de creer que realmente se encuentra este espacio a tan solo 20 minutos de Barcelona!

Una coctelería de autor completa la experiencia

Pero Punta Roca, abierto hace justo hace unos días, es mucho más que un chiringuito, ya que lleva el concepto a otro nivel. Es un abierto restaurante de alma Mediterránea, con la terraza en una tarima en lo tocante al agua cristalina, donde se cuece una cocina marinera exquisita. Todo son platos que, sin duda, prometen las mejores comidas y cenas de la temporada primavera-verano. Una coctelería de autor creativa completa la experiencia de bueno vivir que se busca (y encuentra) en Punta Roca.