Encontrar un restaurante donde hagan buenos arroces a menudo es una tarea complicada, especialmente si buscas en Barcelona, una ciudad con centenares de locales que ofrecen paellas baratas para estafar a turistas. Pero en el barrio de la Barceloneta, escondido bajo el paseo marítimo y a pie de playa, hay un restaurante que hace buenos arroces a primera línea de mar.
Un restaurante escondido
En el paseo marítimo de la Barceloneta conviven peatones, corredores y turistas curiosos que disfrutan de un entorno fantástico a primera línea de mar. Lo que la mayoría de esta gente no sabe es que justo debajo de la calle que pisan se esconde un restaurante donde disfrutar de un buen arroz a pie de playa. Se trata del Sal Mar, un local de arroces y comida internacional con un interior luminoso, una terraza junto a la arena y un espacio de hamacas donde relajarse y tomar el sol.
Una experiencia similar a la de un chiringuito pero con la comodidad y la formalidad de un restaurante clásico
A Sal Mar no se llega de casualidad. Escondido de los peatones a primera línea de mar, solo se puede llegar desde la playa. El interior es informal y luminoso, con muebles de madera y un ventanal que inunda de luz natural el comedor. La terraza es el espacio preferido de los comensales; a resguardo del sol, bajo unos toldos naranjas, desde las mesas casi se puede tocar la arena de la playa. Una experiencia similar a la de un chiringuito pero con la comodidad y la formalidad de un restaurante clásico.
Arroces y hamacas
La oferta del Sal Mar es diversa; desde tapas clásicas hasta piezas de sushi, pasando por ceviche, platos de pasta, ensaladas y, evidentemente, arroces. Una oferta amplia para satisfacer todos los paladares que mantiene un sabor agradable en cada mordisco. Todos los platos son correctos, sin que haya ninguno que destaque especialmente por encima del resto. Por lo tanto, pidas lo que pidas, acertarás. Con respecto a los arroces, tienen de varios tipos. El arroz más clásico es el de bogavante, con el punto ideal de cocción y unos ingredientes sabrosos y bien ligados. También tienen arroz negro, de verduras o el más curioso de todos, el arroz de pulpo y butifarra ibérica, un plato que no te dejará indiferente. Raciones que se sirven para un mínimo de dos personas y que tienen un precio que ronda los 23 € por cabeza.
Con respecto a los postres, siguen la misma línea de los platos principales: desde la clásica crema catalana hasta el extravagante pastel de queso con sabor de galleta, todos son correctos y equilibrados. Y si eres de los que después de comer necesita descansar un rato y echar una buena siesta, en Sal Mar tienes la opción de alquilar una hamaca en la playa para digerir bien el festín mientras tomas un rato el sol.