Una década después de llenar un vacío gastronómico en Barcelona con pizzas artesanales de masa de larga fermentación y cocinadas en horno de leña, con ingredientes de primera calidad y una mezcla de especias que deleitan el paladar de turistas y locales por igual, Parking Pizza sigue pisando fuerte con sus siete locales —dos en Madrid y cinco en Barcelona, el más nuevo en la calle València. Sin perder su esencia: el equilibrio entre sus espacios, diáfanos, luminosos y con mucho ambiente, y una carta de 13 pizzas preparadas a la vista de los comensales en amplias cocinas abiertas donde el horno de leña es el protagonista absoluto.
'Antipasti' deliciosos, pizzas horneadas al momento y postres caseros
Aunque la aventura Parking Pizza comenzó a base de pizzas, helados y cervezas, a la carta se ha sumado una selección de antipasti y focaccias para abrir el apetito mientras esperamos a que las pizzas se terminen de hornear. Sin embargo, la elección no será fácil: se podrá debatir entre una selección de embutidos italianos, stracciatella de burrata con tomate confitado, vitello tonnato de solomillo o salmón ahumado con eneldo, lima y mayonesa de pepinillos, entre otros, mientras se disfruta una cerveza en una de las largas mesas de madera con las características taburetes de cartón de Parking Pizza que sirven tanto para sentarse como para guardar en su interior el abrigo y el bolso.
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Es más, si se quiere hacer tiempo o nos encontramos con el restaurante a rebosar, el local de la calle València número 300 ha añadido un elemento más al espacio industrial y de aire de párquing readaptado: una coctelería abierta en la entrada, enmarcada por hacinas de leña no diferentes a la que se amontona al lado del horno, lista para ser usada en la fase más importante de la elaboración de las pizzas.
Volviendo a las pizzas, de hecho, en la calle València no falta la estrella de la carta de cada Parking Pizza: la número 10, la de trufa negra, fontina, huevo y parmesano. La número 4, de stracciatella, tomate y orégano fresco también triunfa en comidas y cenas, al igual que la número 5: sobrasada picante de Mallorca, taleggio y tomillo. Entre las opciones más ligeras podemos encontrar la clásica -pero no por ello menos sabrosa- Margherita (número 3 en la carta) o la de tomate confitado, pesto, parmesano y tomillo (número 7).
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Llegados a este punto de la comida, lo único que falta es algo dulce para acabar de completar la velada como se merece. A los helados artesanales de los inicios se le suman postres típicos italianos, como el affogato, helado de vainilla “ahogado”- de ahí su nombre- con espresso caliente y el tiramisú, elaborado de manera totalmente casera.
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Con todo, la última adición de los restaurantes Parking Pizza de Barcelona se mantiene fiel a sus orígenes sin perder de vista oportunidades para innovar, ampliando la propuesta de entrantes y apostando por nuevos espacios para ofrecer una experiencia gastronómica con un toque diferenciador respecto al resto de los locales tanto de la Ciudad Condal como de la capital española.