Me fascina cuándo un restaurante tiene un rasgo característico (positivo) que me despierta curiosidad. "¿Lo habrán hecho expresamente?", o bien, "¿Por qué habrán decidido hacer eso y quién ha tomado la decisión?". Todo eso me sobrevoló por la cabeza cuando aterricé en el restaurante Saona, de Barcelona. En concreto, el motivo que me despertó el interés fue la exageradísima pequeña altura de las sillas y las mesas.

El restaurante Saona: una altura exuberante

No soy ningún jugador de baloncesto ni pretendo exagerar nada. Sí que me he encontrado en más de una ocasión con el hecho incómodo de tener la mesa demasiado baja y, por lo tanto, alejada, o bien que las piernas me queden demasiado encogidas porque la silla toca muy cerca del suelo. Pero lo que experimenté en el restaurante Saona fue el cenit de la exageración de los enanos.

Saona santo cugat
Imagen interior del restaurante Saona / Foto: Saona

Un restaurante muy bien decorado, con unas sillas elegantes muy bien conjuntadas con unas lámparas de luz cálida, otorgan una magia mucho tierno en el restaurante barcelonés más bajo de Catalunya. El espacio es ancho, acogedor, tranquilo y dispone de un servicio atento y bastante correcto, además de una carta con una variedad muy amplia de platos y unos precios realmente competitivos.

Un engranaje bajo, pero efectivo

Saona es una cadena de restaurantes repartidos por el territorio catalán: tres en Barcelona y uno en Sant Cugat del Vallès, Badalona y Sabadell. En total, seis establecimientos que hacen gala de este engranaje bajo, pero efectivo que tanto les está funcionando. ¿La clave? Ofrecer unos platos elegantes y sofisticados, con bastante variedad para escoger, y que el precio sea muy asequible. El resultado es excelente, ya que este 2023 están de celebración con el 10.º aniversario de la cadena de restauración. Una conmemoración, sin embargo, más reducida a Barcelona, donde aterrizaron en junio de 2021, en la emblemática calle de Aribau y, posteriormente, ampliando sus locales en la ciudad condal y otras ciudades catalanas. Ahora bien, nacieron en Valencia en el 2013 y, más adelante, ampliaron el negocio en Madrid.

A sus propuestas decorativas, de profunda influencia mediterránea, destacan los materiales de primera calidad transformados en elementos decorativos cautivadores y diseños exclusivos de Saona que configuran un entorno acogedor, próximo y cálido. En Saona quieren asegurarse de que sales más feliz todavía de cómo entras. Por eso, ambientan cada restaurante al detalle, cuidando cada centímetro, cada material y cada elemento decorativo, consiguiendo que la experiencia sea más redonda y única, y que cada comida o cena sea un auténtico viaje evocador.

Infinidad de cartas y menús degustación

La carta de mediodía de lunes a viernes, la de mediodía de fin de semana, las noches de domingo a miércoles y las noches de jueves a sábado. Estas son las cuatro cartas principales que tienen. Incluyen un entrante, un plato principal y postres, para un total de 11,95 € o 12,95 €, según el día. Además, ofrecen un menú de grupo para los mediodías y a las noches, así como menú infantil para los fines de semana y otro de lunes a viernes. Y para acabar cuatro menús degustación donde el precio se enfila un poco más, pero no sobrepasa los 20 €.

¿Pero qué platos puedes encontrar en la carta? Hacemos un repaso a algunos de los productos estrella que Saona proporciona. Tortitas de tataki de atún sobre aguacate y mayonesa de wasabi, usuzukuri de dorada marinada en salsa ponzu y tartufata o un mini hot dog de longaniza, huevo y patatas en pan brioche. Estos son algunos de los entrantes que ofrece la casa. Con respecto a los platos principales, resalta el arroz meloso de bogavante, el falso risotto, el costillar ibérico o la pluma ibérica con patatas a lo pobre y reducción de Pedro Ximénez, entre muchos otros.