Los buenos restaurantes son aquellos donde comes buen producto, tratado con cuidado y a un precio justo. Tanto si es cocina innovadora como recetas tradicionales, lo más importante es que no te tomen el pelo. Y eso es justamente lo que encontramos en el Brot, un restaurante de l'Hospitalet de Llobregat con producto de la comarca, una oferta variada y platos de calidad para todos los gustos.

Comer bien en l'Hospitalet

En el Brot se come muy bien. Es un restaurante de barrio con una buena cocina y un producto excelente del Parc Agrari del Baix Llobregat. Ni japonés, ni menú degustación, ni fusión, ni ningún concepto moderno en que se encasillan la mayoría de restaurantes de Barcelona y alrededores. El Brot es, simplemente, un lugar donde disfrutar de una buena comida. Tienen tapas clásicas, platos tradicionales y también alguna receta más exótica para que pruebes todo lo que quieras sin moverte del mismo restaurante.

El sabor de la verdura de este mil hojas es exquisito. / Foto: Emma Porta

Es triste tener que alegrarse, pero la verdura que sirven tiene sabor de verdura; fresca, crujiente y sabrosísima

Tanto si haces menú como si comes a la carta, el entrante de cortesía es un platillo de hummus con unos crujientes de pan. Como primer plato nos recomiendan el mil hojas de verduras de Cal Marçal, una ensalada fresca y muy sabrosa. Recomendación que suscribo totalmente, de las mejores ensaladas que he comido últimamente. Es triste tener que alegrarse, pero la verdura que sirven tiene sabor de verdura; fresca, crujiente y sabrosísima. Una obviedad poco habitual en muchos establecimientos.

Este ceviche es un plato fresco y estridente hecho con producto local. / Foto: Emma Porta

El éxito del primero nos hace picar la curiosidad. Pedimos un par de croquetas, de pollo y de queso con calabaza -las dos buenísimas- y encaramos el siguiente plato. Un ceviche de atún con maíz y boniato hecho con producto local. Una receta extranjera que también se puede elaborar con ingredientes del país y que te recomiendo probar si te gustan los sabores estridentes.

La joya de la corona

El plato fuerte de la comida, sin embargo, todavía tiene que llegar. Es momento de probar el costillar de cerdo al estilo yanqui, una pieza de 700 gramos con una carne tierna y jugosa y una corteza llena de sabor. Un bicho con el cual acabarás bien lleno y que viene acompañado de chips de boniato y patatas fritas. Es uno de los platos más caros de la carta, pero aparte de no superar los veinte euros, es una ración que sacia a dos o tres personas. Una opción muy recomendable si te gusta la carne hecha al más puro estilo americano.

Un coulant clásico con sabor de avellana y helado de vainilla. / Foto: Emma Porta

A pesar de la abundancia de la comida, siempre hay un hueco para los postres. Probamos el coulant de chocolate y el pastel de limón, dos postres muy diferentes pero igual de buenos. El coulant tiene un sabor intenso de avellana -sabor que a mí personalmente me encanta- y el pastel de limón es suave y agradable, sin un sabor demasiado dulce de aquellos que acaba cansando.

El pastel no cansa nada y tiene un borde crujiente. / Foto: Emma Porta

Acabamos con un café -que, por cierto, también es bueno- y dejamos el chupito para otro día, que después toca trabajar y no llegaríamos a buen puerto.