Las vacaciones de Navidad son las dos semanas por excelencia en que miles de coches optan por la carretera y manta y trasladarse a otros puntos de Catalunya para desconectar un fin de semana o unos días. Las zonas con más afluencia son, sin ningún tipo de duda, la Cerdanya y la Vall d'Aran. Un poco más limpiado en el sureste está la Alta Garrotxa con localidades como Camprodon o Ripoll como preludio de una zona de alta montaña magnífica para visitar cualquier época del año.
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Nos trasladamos hasta Sant Joan de les Abadesses un sábado soleado. Después de una preciosa y tranquila ruta de senderismo entre esta villa y Ogassa, denominada la Ruta del Hierro y del Carbón, volvemos al punto de partida con un hambre monstruosa. Inexpertos de la zona que somos todo el grupo, decidimos recurrir al Google Maps en busca de un buen restaurante de cocina tradicional que satisfaga nuestra hambre. Echamos un vistazo exhaustivo a unos 15 kilómetros a la redonda y de entre la buena oferta catalana que encontramos nos decantamos por Els Fogons del Bac (Av. del Covilar, 2, Sant Joan de les Abadesses).
En un intento de polígono industrial y convertido en el clásico restaurante de carretera, descubrimos un comedor cuadriculado con mesas y sillas de madera y una barra en forma de 'L' que anticipa la cocina. Fácil de aparcar, es una mezcla entre bar y restaurante familiar con unos 40 cubiertos de aforo. Por lo tanto, es altamente aconsejable llamar para reservar una mesa.
Esta apuesta segura, con un servicio muy agradable y ágil, puede salir a unos 30 € por cabeza. La carta no es nada del otro mundo en el sentido que no se descubre nada nuevo. Es la cocina de toda la vida, la tradicional y la clásica, con carne, pescado y arroces muy buenos, pero sin olvidarse de las ensaladas y platos de pasta para satisfacer todos los paladares.
Ofrecen entre semana el menú del día a unos 15 €, aproximadamente, y donde puedes encontrar durante el fin de semana los platos a la carta. Fantasías exquisitas como la sopa de cebolla tostada con queso o los deliciosos canelones de carne gratinados o de rabo de buey con bechamel trufada o el arroz meloso de boletus. También está la ensalada de queso de cabra con frutos secos que es una opción más ligera para los que prefieren dejárselo todo en los segundos platos que en Els Fogons del Bac son la caña (o mejor dicho la brasa).
Y vamos a la teca en mayúsculas. Codillo cocido al horno con puré de patata, calamares a la romana hechos a la manera casera, manitas de cerdo o los clásicos bistec a la brasa con patatas, un churrasco de ternera a la brasa, también con patatas que no faltan nunca, o el señor entrecot de ternera del Ripollès a la brasa. Todo tipo de variedad de carnes que cambiaron periódicamente en función del mercado y de lo que pueden ofrecer.
De postres, no se complican la vida tampoco y apuntan hacia lo tradicional y que saben hacer a las mil y una maravillas. Crema de limón, crema catalana, flan de queso o un pastel de queso y limón son algunas de las opciones.