Dos niños pequeños sentados en las escaleras de la calle o jugando al escondite mientras los padres daban de comer en uno de los restaurantes emblemáticos de Sant Cugat del Vallès. Así empieza esta historia que fecha del año 1992, un periodo clave para la familia Padrosa. Esta ciudad del Vallès era más bien un pueblecito, alejado de las dimensiones actuales y con un ambiente de pueblo y las calles que confeccionaban el centro. Muy cerca de donde se ubica ahora el restaurante Telefèric (Avda. Torre Blanca, 2), se enclavaba el local que catapultó a esta familia en los Estados Unidos. Pero vamos por partes.
El restaurante Telefèric: cocina catalana en los EE.UU.
Xavi y Maria Padrosa regentan actualmente el local de Sant Cugat, que ha reabierto las puertas después de meses de reforma, y también el Telefèric que se sitúa en la capital catalana (Pl. del Dr. Letamendi, 27). Pero no solo eso, sino que también cuentan con cinco restaurantes más en los Estados Unidos (Los Ángeles, Palo Alto, Long Beach, Los Gatos y Walnut Creek). Ey, eso no es todo: preparan 8 aperturas más en los próximos tres años en California, Arizona, Texas, Washington y Vancouver.
Ahora es un grupo familiar fuerte y con presencia sobre todo en el mercado norteamericano, pero que parte de unos orígenes humildes y muy tiernos. Nos remontamos a los años en que la madre de Xavi y Maria migró desde Navarra, Pamplona, a Sant Cugat y se chocó con la dura realidad que en Catalunya no había los pinchos tan típicos de su región. "Se tenía que poner fin a este hecho", se decidió y así es como nació el restaurante Rondes, orquestado por Sole y Ramon, los padres. "Era una comida muy diferencial y tuvo mucho éxito y muy buena aceptación", explica Xavi.
Posteriormente, cerraron para abrir unos metros más adelante, ya con el formato actual, con la espléndida cocina catalana de base, pero sin olvidar nunca el formato de los pinchos vascos. "El origen del nombre es porque viajábamos cada verano en Suiza, donde el teleférico era un clásico y los padres nos regalaron una cabina como juguete y la pusimos en el restaurante Rondes. De esta manera, la gente decía 'por qué no vamos al Telefèric a hacer unas tapas y pinchos', en lugar de decirnos por nuestro nombre", dicen los hermanos. Por esta razón, cuando se trasladaron de local, no dudaron ni un segundo qué nombre pondrían.
Santcugatense de nacimiento, me emplazo en el Telefèric para celebrar las tres décadas y pico de trayectoria y descubrir la nueva reforma del local de Sant Cugat y conocer la carta y los platos. El nivel, más que notable, se refleja en unos platos del estilo del pincho de foie a la plancha caramelizado con cebolla roja y mermelada de cereza o las croquetas de manitas de cerdo con trufa y mousse de dátil. Muy y muy buenos en unos sabores agradables y presentados de una forma excelente.
Todo el desfile de platos son acompañados musicalmente con las voces de Maria y Xavi que nos explican anécdotas de estos años y curiosidades de algunos de los platos. Los tacos crujientes de tartar de atún, guacamole, mayonesa de Chipotle y cebolla crujiente o la berenjena ahumada con cremoso de burrata, sésamo tostado, avellana, puré de dátiles y tostadas papdum son más platos a destacar.
Los hermanos Padrosa admiten el hecho de no descubrir nada nuevo, "pero sí que los platos que elaboramos se llevan a cabo a la perfección para que el resultado sea excelente". Y eso nadie les puede reprochar nada. Más tapas que no puedo olvidar son el steak tartar de salmón, leche de tigre y maracuyá, caviaroli de albahaca o el ravioli de pato de Pekín con salsa de foie y hoisin, mango y menta. ¡Ostras, y los arroces, por favor! El arroz de magret de pato, foie y compota de manzana o el arroz de butifarra, trompetas de la muerte y cebolla caramelizada son catas obligatorias tanto en Sant Cugat como en Barcelona.
30 años después de que Maria y Xavi jugaran por las calles de Sant Cugat mientras sus padres trabajaban en la cocina y ellos mismos no se vieran trabajando en este sector, dirigen ahora los restaurantes Telefèric en los Estados Unidos y en Catalunya llevando a una nueva dimensión internacional el concepto de la cocina catalana para que sea reconocida por todo el mundo.