Una sala excepcional, un entorno privilegiado y una excelente cocina. Estos son los ingredientes que definen la experiencia de comer en el Restaurante Castell de Perelada, un restaurante con estrella Michelin que presenta el nuevo menú degustación de la temporada otoño-invierno de la mano del chef Javier Martínez y del jefe de sala Toni Gerez, el único de todo el país con una estrella Michelin propia.

Talento sostenido

Una estrella Michelin y dos Soles Repsol avalan el trabajo realizado en el restaurante por un equipo profesional de primer nivel. El tándem formado por el chef Xavier Sagristà y el jefe de sala Toni Gerez, ambos exmiembros del Bulli, catapultó al Restaurante Castell de Perelada al éxito cuando consiguieron una estrella Michelin en el 2018. Actualmente, y después de cocinar 15 años codo con codo con Sagristà, el chef Javier Martínez lidera el proyecto de Perelada y mantiene la estrella Michelin cinco años después de haberla conseguido. Un talento sostenido que se renueva 3 veces al año, con un menú de primavera en marzo, uno de verano en julio, y un menú de otoño-invierno en el mes de octubre. Este último es el que se puede disfrutar ahora en el restaurante.

Carro de quesos de Toni Gerez - O.F.D

Un entorno privilegiado

El Restaurante Castell de Perelada se sitúa en medio del Empordà, en un entorno privilegiado rodeado de jardines y un precioso pueblo de piedra. Dentro, la recepción la hacen una vitrina con vinos de la bodega Perelada y un magnífico carro de quesos, una joya gastronómica gestionada por Toni Gerez. Un pequeño rincón que lleva a la sala principal del restaurante, solemne, cálida y lujosa, pero igualmente acogedora. En cada una de las dos torres del edificio, además, hay una sala reservada, un espacio circular donde caben una decena de personas. En total, el restaurante tiene capacidad para 45 comensales, contando con la sala principal y las dos salas de las torres.

El chef Javier Martínez lidera el proyecto de Perelada y mantiene la estrella Michelin cinco años después de haberla conseguido

Sala del restaurante Castell de Perelada - O.F.D

Gastronomía local

El menú degustación otoño-invierno del chef Javier Martínez consta de 3 entrantes, 6 primeros, 4 segundos y 3 postres. Una comida completa y diversa en el cual destacan los productos de proximidad. Tan próximos que algunos vienen del mismo huerto que el restaurante gestiona en su finca. La comida empieza con un aperitivo de moscatel con hielo, un vino dulce que cada vez se toma menos y que, aparte de los postres, también puede maridar unos buenos entrantes.

Con los primeros, llegan la navaja en escabeche y el gelée de cecina y espuma de erizo de mar, dos platos de pescado deliciosos que destacan por su sabor intenso, lleno de sorpresas a medida que te los comes. Con los segundos, el lomo de ciervo con romesco verde, castañas y setas, sintetiza la esencia de un menú de otoño, con una carne al punto perfecto y servida a una temperatura ideal.

Lomo de ciervo, romesco verde, castañas y setas - O.F.D

Antes de los postres, sin embargo, es hora de probar algunos de los quesos del carro de Toni Gerez. El mismo jefe de sala es el encargado de explicar los quesos que integran el carro. No solo explica cuáles de los 300 quesos que tiene a lo largo del año conforman el carro de la temporada, sino que también detalla, de memoria, la manera como se elaboran, quién los hace, donde se producen, qué relación tiene él personalmente con todas y cada una de las queserías - la mayoría pequeños elaboradores artesanos - que llevan el queso al castillo... Toni Gerez es una auténtica enciclopedia, una leyenda viva de la gastronomía que hace de la estancia en Perelada una experiencia inigualable. Nadie, ni en Catalunya ni en ningún sitio, está a la altura del maestro Gerez.

Toni Gerez es una auténtica enciclopedia, una leyenda viva de la gastronomía que hace de la estancia en Perelada una experiencia inigualable

Finalmente, un surtido de postres deliciosos culmina una comida perfecta, en un espacio mágico, con un servicio impecable y una comida de primera calidad.

Como última curiosidad, el Castillo de Perelada escribe su nombre con 'e', mientras que el pueblo de Peralada se escribe con 'a'. Un pequeño detalle que permite distinguir la marca del grupo Perelada (bodega, restaurante, casino y museo) del topónimo que designa el pueblo.