En una Barcelona donde cada día puedes encontrar propuestas gastronómicas nuevas y modernas, pero lo cual siempre ofrecen lo mismo, cada vez es más difícil encontrar la autenticidad o una novedad que impresione de verdad. Rompiendo esta línea de monotonía se encuentran 'las noches Nikkei', una propuesta que hace un llamamiento a la diversidad gastronómica con una cocina híbrida que viaja desde Japón hasta Latinoamérica.

Ubicado en el corazón del Clot se encuentra este estudio de música metamorfoseado en restaurante tan chillón e inusual que lleva Diego. Paredes llenas de guitarras, bajos y teclados nos ayudan a entender por qué este antiguo estudio ha pasado a adoptar el nombre de 'Cocina Records', y como no se podría esperar menos, la melodía de unos vinilos acaban de redondear una atmósfera musical en Nikkei, la experiencia que estoy a punto de probar.

Una vez dentro, se nos presenta Mikio, el otro cocinero de origen chileno-japonés, compañero de equipo de Diego y el padre de las noches Nikkei. Según explica, las noches Nikkei son unas pequeñas reuniones gastronómicas celebradas semanalmente nacidas ahora ya hace 10 años. Empezaron de manera clandestina en un pequeño sótano en el barrio de Gracia en el que tenías que cantar el cumpleaños feliz para simular que entrabas en una fiesta de aniversario y no levantar sospechas. En el año 2020, las noches Nikkei tuvieron que acabar por culpa de la pandemia y no ha sido hasta este 2024 que se ha reanudado el proyecto. Según dice el Mikio, ahora se encuentra en su 4.ª temporada, en la que sorprende con un nuevo capítulo cada noche del sábado con un menú degustación de 9 platos que va sufriendo pequeñas variaciones cada semana.

Una vez todos los comensales están sentados en mesa, Mikio se presenta en la sala y nos introduce a la cocina Nikkei. Nos explica que esta nace con los descendientes migrantes de gente japonesa, los cuales se han encargado de ir adaptando e hibridando la cocina tradicional japonesa con la cual habían crecido con la de donde han acabado residiendo y que, aunque la más popular es la combinación con la gastronomía peruana, no pertenece a ninguna combinación concreta.

La cena empieza con un pequeño bol de una exquisita sopita que resulta de una combinación de 3 caldos diferentes, dos de marisco y uno de miso, el clásico japonés, acabada con unas setas enokis. Acto seguido nos presenta un 'mariscal acebichado', una mezcla de marisco crudo mezclado con una excelente 'leche de tigre' y tropezado con una rúcula.

Caldo de marisco con enokis - Nikkei

Nos introducimos el nudo de este capítulo con unas espectaculares gyozas caseras de cerdo selladas y hechas al vapor, un curioso plato típico de Japón denominado takoyaki, que consiste en unas bolitas de masa de 'pancake' rellenado de pulpo delicioso y unos tacos de pato con verduras salteadas al más puro estilo asiático. La experiencia Nikkei se corona con un surtido de sushi que queda a kilómetros de aquel típico bufette que aparenta fancy, pero escasea de calidad. Compuesto por vieiras, sashimi de atún, de caballa y de salmón que se deshacen en la boca como mantequilla y unos uramakis que combinan estos pescados con otros elementos como verduras, aguacate o incluso fresas, el surtido exhibe la autenticidad y el bagaje culinario de los chefs. Llegamos al desenlace con unos postres ideados por Diego, un intenso tapón helado de té matcha y que acaba contrastando con la suavidad de una pannacotta con gele de fresas.

Surtido de sushi - Nikkei

Las noches Nikkei apuestan por un producto de calidad y proximidad que complementado con las habilidades de los dos chefs resultan en unos platos protagonizados por el pescado y el marisco que dejan más que satisfechos tanto el paladar como el estómago sin hacer daño al bolsillo, con un precio por todo el menú degustación de 35€.

Helado de matcha - Nikkei