Hay centenares de pequeñas villas en la provincia de Girona. La gran mayoría de estas acogen y cobijan enormes restaurantes. No en el sentido dimensional (que, algunos, también), sino en el sentido filosofal, por sus proyectos, ideas, presentaciones y técnicas culinarias. El restaurante Monki ejemplariza muy bien esta teoría: Monells, una población de poco más de 200 habitantes recibe un colosal y alucinante restaurante como es este. Sònia Carmona, nuestra Foodlovers de confianza, nos descubre la historia de este establecimiento y algunos de los increíbles platos que tienen a la carta.
Restaurante Monki: cocina fusión y sushi
El restaurante Monki se caracteriza por el talante innovador y sorprendente de ser cocina fusión & sushi. Ubicado en el corazón de lo Empordà, en el emblemático pueblo de Monells, se basan en un concepto donde se fusionan la gastronomía asiática y la mediterránea con toques modernos y vanguardistas. Un espacio donde puedes disfrutar de un buen sushi, carnes a baja temperatura y mucho más en un local donde predominan la madera natural y el verde del Empordà.
Nacido hace tres años, este es un proyecto que parte del clásico y famoso Jordi Tapes Bar de la Bisbal del Empordà. Con las raíces y los fogones del local histórico ampurdanés, Monki colecciona lo mejor del ADN de su 'padre'. "La bomba detonante que hizo reventar este nuevo proyecto gastronómico fue a raíz de la Covid con el take away en casi toda la comarca", explica Cesc Vidal, propietario de Monki y Jordi Tapes Bar. "Es el inicio de empezar a hacer carnes a baja temperatura, sushi, mini tacos y más platos variados. Una fusión innovadora y muy bien parida combinada con la chanfaina o los champiñones rellenados", comenta al gerente de dos grandes apolíneos.
Durante la pandemia crecieron muchísimo y se dieron cuenta de que esta iniciativa era única en la región, exceptuando la ciudad de Girona. "Surge una oportunidad de oro en Monells y un espacio rural y bello como es el Hotel Arcs", describe a Cesc Vidal. La idea la tenía clara: sushi y cocina fusión. "Jordi Tapes Bar marcó el camino de una idea repentina, pero pasional, que funcionaba y que tenía que tener continuidad", puntualiza.
La oferta es de cocina mediterránea, oriental, sushi, pero no es un japonés exclusivamente. Engloba desde los clásicos hasta propuestas internacionales. Algunos de los platos de la carta más atractivos son las gyozas de papada de cerdo ibérico con foie y salsa teriyaki (9,80 €); los mini tacos de tartar de atún con crema de aguacate (14,50 €); o, también, los baos de calamares con salsa kimchi y un toque de lima (13 €).
"A partir de 2010 surgen nuevas tendencias, el sushi empieza a sacar la cabeza por la zona, pero nosotros nos manteníamos muy cerrados en los clásicos", confiesa a Cesc. Y es que dejarse ir y salir de la zona de confort puede resultar la clave del éxito: "Prueba error y prueba error hasta encontrar esta fórmula definitiva". El Monki cuenta con unos precios razonables y estándares y apuesta por la calidad y el factor sorpresa. Cesc Vidal es el ideólogo de la carta, el hombre del paladar fino y del ir recorriendo para descubrir todo aquello desconocido. De hecho, reconoce que es autodidacta con el tema de baos, sushi, tacos, etc. "Yo quería reflejar unos platos divertidos, dinámicos, lleno de sabores, sabores y matices", expresa. Un chef en cocina, en Marc, dos en sushi y dos más en platos calientes y una jefe de sala conforman un equipo cautivador que no puedes dejar escapar en Monells.